Page 64 - LA BEND PRIM 1
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62                        Dr. William Soto Santiago

               Porque cuando se echa la Bendición del Primogénito: se
            echa toda sobre el primogénito; y no queda nada para otro
            de los hijos, en relación a esa Bendición del Primogénito.
               Entonces Isaac habló unas palabras de bendición para
            Esaú; pero no las de la primogenitura.
               Podemos  ver  a  Jacob,  Israel,  como  un  vencedor,  un
            vencedor por la fe:  luchando, buscando  y  obteniendo  la
            Bendición del Primogénito.
               Eso nos enseña que la Bendición del Primogénito hay
            que buscarla, hay que lucharla, y hay que obtenerla; y
            hasta  obtenerla,  la  persona  todavía  tiene  que  seguir
            luchando.
               Ahora, Esaú,  con  lágrimas, buscó  esa bendición  que
            había  perdido;  pero  esa  es  una  bendición  que  no  se
            recupera.  Y  cuando  una persona pierde  la bendición  de
            Dios por cambiarla por los bienes y cosas materiales, esa
            bendición no la puede recuperar. Jacob la obtuvo.
               Ahora, vean una cosa: Siempre la bendición que Dios
            tiene para ese tiempo, siempre va a ser dada al que tiene
            ese deseo de recibirla, al que la busca, al que lucha por
            ella, no importa lo que tenga que luchar.
               El  que  la  pierde,  la  pierde;  el  que  la  obtiene:  la
            obtiene, y nadie se la puede quitar; aunque después de
            obtenerla tenga más problemas de los que tenía primero;
            como Jacob.
               Jacob,  luego  que  obtuvo  la bendición  por  la  Palabra
            hablada del profeta correspondiente para  ese tiempo,  su
            hermano dijo: “Cuando muera mi padre, yo mato a Jacob,
            porque me hizo un negocio sucio”.
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