Page 60 - LA BEND PRIM 1
P. 60
58 Dr. William Soto Santiago
comprado la primogenitura a su hermano; y su madre
(como toda buena madre: lucha por la bendición de Dios
para sus hijos) le dijo: “Hijo, vamos a preparar nosotros
una comida, la comida. Yo sé el gusto de tu padre; si yo
soy quien le he cocinado a tu padre toda la vida, cómo no
voy a saber el gusto de él. Vamos a prepararle un cabrito,
vamos a prepararle algo... yo se lo que le vamos a preparar:
algo parecido a lo que le puede traer tu hermano; y
entonces lo presentamos a tu padre para que tu padre te
bendiga”.
Y él le dice: “Pero mamá, si yo soy lampiño, no tengo
vello, y mi hermano es velludo”.
—“Hijo (recuerden que la fe lo resuelve todo), hijo, eso
no es problema: Tomamos la piel del animalito que
matemos y la colocaremos sobre tus brazos”.
—“Mamá, ¿pero, y si papá se da cuenta que soy yo y no
Esaú, y en vez de bendecirme me maldice?”.
Porque Jacob sabía que lo que por Palabra de Dios en la
boca de un profeta sea hablado, eso así permanece. Si es
bendición: bendición se queda para esa persona; pero si es
una maldición: no hay nadie que se la despinte.
Así que Jacob estaba temeroso; y su madre le dice:
“Bueno, mira hijo, vamos a hacer lo que yo te digo”, o sea
“no has luchado tanto en mi vientre, no me diste tanto
problema, y esa lucha en mi vientre que por poco yo me
muero, por la lucha que ustedes tenían allá, y ahora que
está a tu mano, está ahí, hoy, ¡Hoy es el día de la Bendición
del Primogénito! ¡Hoy es el día de fiesta más grande: es
domingo espiritual! ¿Y vas a dejar perder esa oportunidad?