Page 58 - Manolito Gafotas
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Imbécil no se lo coma, porque uno de los vicios del Imbécil es la lejía: ya la ha
probado dos veces el muy borracho.
Ya te digo que, cuando estoy castigado, me paso la tarde yendo y viniendo
del mueble-bar, cojo un puñado de panchitos, otro de chococrispis, otro de
almendras garrapiñadas. Así que cuando me castigan más de un día me pongo a
explotar, se me produce el clásico tapón en el intestino grueso y mi madre le dice
al médico:
—Este niño se pone que ni por arriba ni por abajo logra expulsar la masa
alimenticia.
Cuando mi madre dice por arriba se refiere a la boca y cuando mi madre
dice por abajo se refiere al culo. Mi madre se pone a hablarle al médico de mi
culo como si eso fuera un asunto que al médico tuviera que interesarle. Cuando
mi madre dice eso de « por abajo» no sé para dónde mirar; yo creo que el
médico también se corta. No me extraña, si yo fuera médico y fuera a ver a un
niño, que ni me va ni me viene, no me gustaría que su madre me empezara a
hablar del culo del niño ese.
De todas formas hay veces que no llego a empacharme, pero, desde luego, te
puedo asegurar que el estar castigado me convierte en el tío más plasta que
conozco en mi barrio y en el mundo mundial.