Page 266 - Frankenstein
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únicas compañeras. ¿Cómo podrás soportar tú
este exilio, tú que ansías el cariño y la compren-
sión de los hombres? Volverás de nuevo, en
busca de su afecto, y te volverán a despreciar;
renacerá en ti la maldad, y entonces tendrás
una compañera que te ayudará en tu labor des-
tructora. No puede ser; deja de insistir porque
no puedo acceder.
¡Qué inestables son tus sentimientos! Hace só-
lo un momento te sentías conmovido, ¿por qué
de nuevo ahora te vuelves atrás y te endureces
contra mis súplicas? Te juro, por esta tierra en
la que habito, y por ti, mi creador, que si me das
la compañera que te pido, abandonaré la vecin-
dad de los hombres, y para ello habitaré, si es
preciso, los lugares más salvajes de la Tierra.
No habrá lugar para instintos de maldad, pues
tendré comprensión, mi vida transcurrirá tran-
quila y, a la hora de la muerte, no tendré que
maldecir á mi creador.
Sus palabras suscitaron en mí una sensación
extraña. Le compadecía, y hasta llegaba en al-