Page 83 - 20 Euclides
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El enunciado le permite a Euclides una demostración directa;
        en cambio, si hubiese aceptado el infinito en acto, corno por otro
       lado se hace hoy en las escuelas, se habría visto obligado a dar una
        demostración indirecta. Este es uno de los problemas que, en mu-
        chas  ocasiones,  plantea  el  infinito:  nos  obliga  a  recurrir  a
       demostraciones indirectas, por reducción al absurdo.
           A continuación, comprobaremos las diferencias metodológi-
       cas entre ambos tipos de demostración. Empezaremos por la di-
       recta, partiendo del enunciado euclídeo.
           Supongamos una cantidad finita de números primos: a,  b, .. . ,
       m . Consideremos el número N = ( a x b x ... x m) + l. En el caso de
       que N fuese primo, habría un número primo distinto de a, b, ... , m.
       En cambio, si N fuese un número compuesto - no primo-, ten-
       dría un divisor primo (Libro VII,  proposición 32) y,  por la cons-
       trucción de N, debería ser diferente de cada uno de los primos a,
       b, ... ,m.
           Abordaremos ahora la demostración indirecta.  Partiremos
       para ello de un enunciado alternativo de la proposición 20:

           Hay infinitos números primos.

           En caso contrario, habría una cantidad finita a,  b, .. . , m  que
       contendría la «totalidad» de los números primos. Si copiáramos
       ahora la demostración anterior, obtendríamos un número primo
       distinto de a, b, ... , m; luego, a, b, .. . , m no serían «todos».
           Ahora bien, Euclides no puede evitar completamente el infi-
       nito en acto. Así, por ejemplo:

           Libro  I,  definición 23. Dos  rectas  paralelas son las  que,
           hallándose en un mismo plano, prolongadas indefinidamente
           no se cortan por ningún lado.

           En la definición aparece de forma explícita el término «inde-
       finidan1ente»,  que implica el infinito en acto. Además, ya en el
       Libro I,  hay dos proposiciones en las que lo emplea también de
       forma explícita; en el enunciado, en la primera, y en la demostra-
       ción, en la segunda. Se trata de dos problemas:





                                       EL  LIBRO I Y LA GEOMETRÍA DEL UNIVERSO   83
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