Page 170 - 25 Maxwell
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Maxwell recordó la enfermedad de su madre y empezó a sos-
pechar que le estuviera pasando lo mismo. El 2 de octubre le diag-
nosticaron que sufría un cáncer abdominal y que le quedaba, a lo
sumo, un mes de vida. Le recomendaron regresar a Cambridge,
donde el doctor Paget le podría administrar medicamentos que
hicieran más llevadero el dolor. El 8 de octubre llegó a estar tan
débil que casi no pudo andar desde el vagón al carruaje. Su mé-
dico en Glenlair, el doctor Lorraine, escribió a Paget un informe
en el que, además de explicarle la situación, añadió:
Debo decir que es uno de los mejores hombres que he conocido, y
además del gran mérito que tienen sus logros científicos es un ser
que, hasta donde puede discernir el juicio humano, es el ejemplo más
perfecto de un caballero cristiano.
James Clerk Maxwell murió el 5 de noviembre de 1879. El
funeral se celebró al domingo siguiente en St. Mary's Church, y
tras una ceremonia en la capilla del Trinity College fue llevado a
Glenlair para ser enterrado en el cementerio de la parroquia de
Partan, junto a su padre y a su madre. Su mujer Katherine murió
siete años más tarde.
La biblioteca personal de Maxwell fue cedida al laboratorio
Cavendish junto con 6 000 libras para la creación de una JeUow-
ship de física. Su mansión en Glenlair sufrió dos incendios devas-
tadores, uno en 1899 y otro en 1929, que la destruyeron com-
pletamente. En 1993, la parte más antigua fue reconstruida por el
nuevo propietario. Aún hoy, desde un camino que sale de la carre-
tera que une Dalbeattie con Corsock, pueden verse las chimeneas
y los gabletes de la casa que un día cobijara a una de las mentes
más portentosas del siglo XIX.
170 EL CAVENDISH