Page 18 - 22 Euler
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siguientes: fórmula de Euler, ángulos de Euler,  característica de
                     Euler-Poincaré, recta de Euler, sumación de Euler-Maclaurin, teo-
                     rema de Euler-Lagrange, teorema de Euler para las rotaciones de
                     un sistema de coordenadas, teorema de Euler para el triángulo, cir-
                                                                          .
                     cuito y camino euleriano, círculo de Euler, ladrillo de Euler .. Y así
                     hasta contar más de 140, dependiendo de las fuentes consultadas.




                     EULER Y LOS BERNOULLI


                     La de Euler era una familia corriente. Su padre, Paulus Euler, era
                     un pastor calvinista, y su madre, Margaretha Brucker, un ama de
                     casa convencional, hija de otro pastor. Euler fue el mayor de cua-
                     tro hermanos, de los cuales dos eran mujeres, Anna Maria y Maria
                     Magdalena. El tercero, Johann Heinrich, adquiriría un cierto re-
                     nombre como pintor.
                         Paulus Euler tenía una buena base matemática, pues había
                     sido alumno  de  una figura  distinguida,  Jakob Bernoulli (1654-
                     1705), el iniciador intelectual de una después famosa camada de
                     científicos distinguidos,  los Bernoulli.  Asimismo,  Paulus Euler
                     había sido condiscípulo y amigo de otro Bernoulli, Johann (1667-
                     1748), hermano de Jakob (pero trece años más joven). El 15 de
                     abril de 1707 nació Euler. El deseo confesado de su padre era que
                     se convirtiera también en pastor y «apacentara», llegado el mo-
                     mento, a sus propias ovejas. Pero el destino le tenía reservada otra
                     suerte.
                         El joven Leonhard ya destacaba en la escuela en lenguas: se
                     expresaba en alemán y francés; dominaba el latín, y profundizaba
                     con notables resultados en griego y hebreo, como cabía esperar
                     de un futuro hombre de Dios, y se adentraba en la filosofía.
                         Parece que Euler aprovechó la amistad de su padre con Jo-
                     hann Bernoulli para conseguir que este le diera clases informales
                     de matemáticas los sábados; y la realidad se impuso:  el joven
                     Euler tenía una disposición natural fenomenal para las matemáti-
                     cas, algo que resultaba evidente para su profesor, a la sazón una
                     de los principales matemáticos del mundo.






         18          BASILEA, CUNA DE UN GRAN MATEMÁTICO
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