Page 20 - 22 Euler
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El grado de precocidad de Euler resulta evidente a la vista
de sus primeros logros: universitario a los trece años, en 1723
recibía su título de Magíster en filosofía mediante una especu-
lación sobre los universos teóricos resultantes de seguir a
Newton o a Descartes. Johann Bernoulli, quien seguía supervi-
sando sus progresos y cuyo carácter no era nada propenso a
elogiar a sus conocidos científicos, consideraba a Euler un
genio en ciernes.
JOHANN BERNOULLI, EL ANÁLISIS Y LA BRAQUISTÓCRONA
Influencia básica en la formación y algunos de los intereses poste-
riores de Euler, la figura de Johann Bemoulli merece un inciso que
dé justa medida de su talla científica. Matemático extraordinario,
quizás el más notable de la saga Bernoulli, Johann estaba predesti-
nado por su padre a ser comerciante y, luego, médico. Sin em-
bargo, terminó dedicándose a las matemáticas, como su hermano
mayor Jakob, en quien siempre encontró apoyo, aunque su rela-
ción fraternal estaba teñida de rivalidad y puntuales desacuerdos.
Johann era un hombre muy competitivo y bastante fanfarrón,
y entró en multitud de polémicas y disputas, incluso con sus fami-
liares. Cuando descubría algo pretendía poseer siempre la priori-
dad del descubrimiento, aunque otros lo hubieran descubierto de
manera independiente y, muchas veces, con anterioridad. Tam-
bién se le ha acusado de hacer suyos, de modo malintencionado,
hallazgos de terceros.
En cualquier caso, Johann no solo fue un gran matemático,
sino una auténtica bendición para los historiadores, a quienes
ha provisto de un número inagotable de anécdotas, como la que
protagonizó con el marqués de l'Hópital (1661-1704). Este era
un noble adinerado y un excelente matemático, quien cerró un
acuerdo económico-intelectual un tanto peculiar con Johann
Bemoulli: a cambio de dinero, el marqués obtuvo el derecho de
acceder y exhibir como propios los descubrimientos de Johann.
Herramientas del análisis matemático tan fundamentales como la
20 BASILEA, CUNA DE UN GRAN MATEMÁTICO