Page 139 - 21 Faraday
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A pesar de que el ocaso de Faraday estaba próximo, las conse-
         cuencias teóricas y prácticas de sus descubrimientos vivían un
         nuevo amanecer que implicaría a las grandes revoluciones de la
         física planteadas por Einstein, Heisenberg o Schrodinger.
             Con todo, Faraday decidió recogerse con humildad y senci-
         llez, como buen sandemaniano, y del mismo modo decidió morir,
         sentado en su sillón favorito y finalmente enterrado en una tumba
         sin  ornamentos ni florituras.  La tumba de un hijo  de herrero,
         pobre, apenas sin estudios académicos, que por azares del des-
         tino había logrado entrar en la mayor institución de la ciencia de
         Inglaterra.




         LOS ÚLTIMOS AÑOS

         Faraday estaba cada vez más convencido de que todos los fenó-
         menos del mundo físico estaban relacionados entre sí, lo que le
         llevó incluso al infructuoso intento en 1849 de establecer una re-
         lación entre fuerzas electromagnéticas y gravitación newtoniana.
             Finalmente renunció a ese hallazgo, y el testigo fue recogido
         cien años más tarde por Albert Einstein, articulando su búsqueda,
         también infructuosa, bajo la llamada teoría del campo unificado.






                                             MÁS ALLÁ DE LA CHISPA DEL GENIO   139
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