Page 45 - 07 Schrödinger
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de abunimiento, pero la localidad era un pueblecito popular du-
rante las vacaciones estivales, a orillas del lago Mattsee, y Schro-
dinger supo hallar el modo de mitigar su tedio. Sobre todo después
de que el director del proyecto le presentara a la canguro de sus
hijos: Annemarie Bertel. Cuando la adolescente, hija de un fotó-
grafo de la corte, encontró al joven profesor «muy bien parecido»,
el radón quedó relegado definitivamente a un segundo plano. Pa-
rece que Schrodinger se sintió algo frenado por la diferencia de
edad, así que prefirió aguardar unos cuantos años antes de casarse
con ella.
«Si esto continúa mucho más tiempo me convertiré
en una ruina física y mental. He perdido la costumbre
de trabajar o incluso de pensar media hora.»
- REFLEXIÓN DE SCHRÓDINGER DURANTE SU ESTANCIA EN EL FRENTE.
La escritora Edith Wharton recordaba cómo una hermosa tarde
de junio de 1914 se había acercado a los corrillos que se arremolina-
ban en tomo a los cafés de Auteuil: «¿No lo has oído? El archiduque
Femando asesinado ... en Sarajevo ... ¿Dónde está Sarajevo? Su es-
posa iba con él. ¿Cómo se llamaba? Han muerto los dos». Wharton
reconocía que para la mayoría el archiduque era un perfecto desco-
nocido y que la conversación pronto había derivado de vuelta hacia
el último libro publicado, el último cuadro adquirido por el Louvre,
la última exposición ... La noticia de que un joven nacionalista ser-
bio había abatido a disparos al archiduque de Austria tampoco sus-
citó una gran conmoción en Viena. Hasta parece que el viejo
emperador, contrariado con el heredero que le había asignado la
línea sucesoria, quedaba más contento con el siguiente. En el resto
de Europa nadie supo leer los signos de la tormenta que se aveci-
naba, la grieta invisible que se abría en la cúpula de cristal de sus
salones de baile y que se extendía como una destructora tela de
araña
El último día de julio de 1914, Rudolf Schrodinger se presentó
por sorpresa en el despacho donde trabajaba su hijo, en el Instituto
de Física, para entregarle la orden de alistamiento que acababa de
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