Page 79 - 05 Feynman
P. 79
Richard Feynman dejó Los Álamos en octubre de 1945. Su trabajo
allí lo había convertido en una de las estrellas rutilantes de la física
norteamericana. Dos años antes Oppenheimer había escrito aljefe
del departamento de Física de la Universidad de Berkeley pidién-
dole que le ofreciera un puesto, pues era «sin lugar a dudas el fí-
sico más brillante que tenemos aquí». La oferta se hizo de rogar, y
le llegó a Feynman en el verano de 1945. «Nadie ha rechazado
nunca una oferta nuestra», le dijo pretencioso. Richard la rechazó.
Feynman estaba enamorado de las formas y maneras de
Bethe y no tenía duda alguna de que quería ir a Cornell con él y el
excelente grupo de investigación que estaba formando. Oppenhei-
mer sabía que le iban a llover las ofertas y, como siempre en estos
temas, no se equivocaba. En menos de un año recibió numerosas
propuestas, pero las declinó todas: quería estar en el grupo de
Bethe. Además, en su interior algo estaba sucediendo: empezaba
a sentir la muerte de Arline. La primera vez que fue consciente
sucedió paseando por Knoxville, Tennessee. Había ido allí para
trabajar en el laboratorio de Oak Ridge, donde se encargaban de
separar y producir uranio y plutonio:
Pasaba yo junto a los escaparates de unos grandes almacenes, que
mostraban lindos vestidos, y pensé cuánto le hubiera gustado a Ar-
line alguno de ellos. Y eso fue demasiado para mí.
LA ELECTRODINÁMICA CUÁNTICA: QED 79