Page 137 - 19 Marie Curie
P. 137

fue a buscar a Paul Langevin a su casa, y juntos vieron la demos-
          tración del experimento que los había convertido en alquimistas.
              Marie estuvo en el laboratorio hasta que un día de abril de
          1934 no se encontró bien. Como los médicos pensaron que podía
          tener un problema de pulmones, la enviaron a la montaña. Y allí
          murió en un sanatorio en Sancellemoz el 4 de julio de 1934.


               «El combate de la ciencia es el de la razón contra las fuerzas
                     del oscurantismo, el combate de la libertad de espíritu
                                       contra la esclavitud de la ignorancia.»

                              -  FRAN(,OIS  M1rrERRAND,  EN  EL  DISCURSO  PRONUNCIADO  EN  EL  ENTIERRO
                                                  DE  MARIE  Y PIERRE  CURIE  EN  EL  PANTHÉON.

              Tuvieron que pasar sesenta años para que Marie Curie reci-
          biera un reconocimiento oficial por parte del Estado francés. En
          abril de 1995 los restos mortales de Marie y Pierre Curie fueron
          trasladados al Panthéon de París, santuario laico donde reposan
          los restos de los grandes «hombres» de Francia. Fue uno de los úl-
          timos actos públicos de Frani;ois Mitterrand, que presidió el acto
         junto al presidente polaco Lech W al esa, siendo una de sus prota-
          gonistas Eve Curie.  El presidente francés destacó la capacidad
          de trabajo y el ingenio de Marie, su lucha por abrirse cantino en
          un mundo de hombres, y su contlibución a la grandeur francesa.
              Cuentan que Einstein dijo de Marie que era la única persona
          a la que la fama no la había corrompido. No fue solo a la fama a lo
          que no sucumbió: nada consiguió doblegarla. Nunca.






















                                                        LA VIDA SIN PIERRE    137
   132   133   134   135   136   137   138   139   140   141   142