Page 139 - 27 Leibniz
P. 139

LA DISCÍPULA REAL DE LEIBNIZ

        Leibniz guardó una gran amistad con la electora Sofía, esposa del
        elector Ernesto Augusto, y con su hija, la princesa Sofía Carlota,
        esposa del elector de Brandeburgo, quien se proclamó rey de Pru-
        sia en enero de 1 70 l. Aunque Sofía Carlota siempre había visto a
        Leibniz como amigo de su madre, pronto comenzó a considerarlo
        como su propio anligo y maestro. En una carta de 1699 le decía que
        la podía considerar como discípula. A partir de 1700, cuando Leib-
        niz la visitó por primera vez en su palacio de Lützenburg ( actual
        Charlottenburg), fue invitado con asiduidad a Berlín para charlar
        de  multitud de temas con la reina.  Frecuentemente se reunían
        para tratar temas filosóficos,  religiosos y políticos. En los años
        siguientes le escribió en numerosas ocasiones, con contenido de
        temas filosóficos en su mayoría, pues era reacio a enviar temas
        matemáticos que eran complicados para alguien sin formación.
            En 1704 conoció a la princesa Carolina de Ansbach, que se
        casaría con el hijo de Jorge Luis, Jorge Augusto, quien sustituiría
        a su padre, primero como elector de Hanóver y posteriormente
        como rey de Inglaterra.
            Por desgracia, la relación con su discípula no duró mucho, ya
        que el 1 de febrero de 1705 moría la reina Sofía Carlota.




        LA DIPLOMACIA QUE NO CESA


        Por petición del emperador Leopoldo I,  se reunió en Viena con el
        obispo Von Buchaim para tratar el tema de la reunificación de las
        iglesias católica y protestante. También había tenido reuniones con
        el capellán de la corte de Brandeburgo, Jablonski, para intentar re-
        unificar las sectas luterana y reformada, algo que parecía incluso
        más difícil que la reunificación con los católicos. Leibniz continuó
        con estas negociaciones diplomáticas hasta su muerte, ya que en
        1716, su último año de vida, volvió a reunirse con Jablonski a peti-
        ción del rey Federico Guillermo I de Prusia, para intentar la reuni-
        ficación de ambas confesiones y entrar en negociaciones con la






                                    NO SOLO DE MATEMÁTICAS SE  NUTRE EL GENIO   139
   134   135   136   137   138   139   140   141   142   143   144