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PEDRO I DE RUSIA
             Pedro 1 (1672-1725)  fue el  zar que refor-
             mó Rusia,  transformándola  en  un  país
             más  cercano a  las  naciones europeas
             occidentales de la época. Subió al trono
             con diez años, pero intrigas palaciegas lo
             relegaron a un  segundo plano. En 1694,
             dio un golpe de Estado y se coronó como
             zar de Rusia. A  partir de ese momento,
             comenzó una reforma profunda de la na-
             ción en la  línea que imperaba en el resto
             de Europa, que conocía  bien gracias a
             sus múltiples viajes por Francia, Austria,
             Alemania, etc. Potenció el  desarrollo in-
             dustrial, especialmente en los sectores minero y metalúrgico. Realizó también
             grandes reformas económicas que le  permitieron financiar una agresiva po-
             lítica exterior, apoyada por la  creación de un alistamiento obligatorio en el
             ejército, que reorganizó. Modificó la vida cotidiana de sus súbditos, obligando
             a abandonar muchas de las costumbres ancestrales rusas. Se enfrentó a Suecia
             en la  conocida como Guerra del Norte, conquistando grandes territorios del
             Báltico, lo que le valió el apelativo de El Grande, con el que pasó a la historia.




        el zar, quien le había encargado el desarrollo de las ciencias en
        Rusia, otorgándole el título de consejero privado ruso de justicia,
        con un salario fijo  anual, y encargándole además la elaboración
        de propuestas para reformar el derecho y la justicia en Rusia. Los
        temas concretos que presentó al zar fueron el estudio de la decli-
        nación magnética a lo largo de toda Rusia y entablar relaciones
        con China para que la cultura y ciencia chinas llegaran a Europa.





        LA HISTORIA AVANZA

        Tras la visita a Karlsbad se desplazó a Viena, sin notifkarlo a Ha-
        nóver, de donde recibía órdenes perentorias del elector para que
        regresase a la ciudad. Desde allí escribió una carta al primer minis-






                                     NO SOLO DE MATEMÁTICAS SE  NUTRE  EL GENIO   141
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