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Ábaco chino.
        Se lee de derecha   FIG. 6
            a izquierda,
       siguiendo el orden
       decimal: unidades,
           decenas, etc.
           Las bolas se
        contabilizan junto
        a la barra central.
            En el ábaco
        ilustrado aparece
          representado
        el número 16 336,   Tierra
           ya que en las
        decenas, al haber
       dos bolas de cinco
       unidades, equivale
           a una unidad
             superior.

                         Los símbolos que aparecen corresponden a los iniciales en
                     el sistema de numeración romano, que evolucionó con los años
                     hasta llegar,  en el Renacimiento,  a las formas que usamos hoy
                     día. Algunos ábacos romanos disponían de líneas especiales para
                     trabajar las fracciones. El ábaco más conocido en la actualidad es
                     el chino, llamado suanpan, localizable en tiendas de regalos. Tal
                     como vemos en la figura,  consta de un recuadro de madera con
                     una serie de varillas separadas en dos partes. La superior, que se
                     llama cielo, tiene dos cuentas, cuyo valor es de 5 unidades corres-
                     pondientes, y en la infe1ior, la tierra, hay cinco bolas, cada una
                     con un valor de 1 unidad. La forma de contar es acercar las cuen-
                     tas correspondientes a la barra de división central. De derecha a
                     izquierda aparecen las unidades, decenas, centenas, unidades de
                     millar, etc. Cada vez que se completan diez unidades de un nivel
                     se eliminan y se añade una al nivel superior.
                         El ábaco japonés o soroban es parecido al chino, pero en el
                     cielo solo hay una cuenta y en la tierra cuatro, suficientes para
                     realizar operaciones en base 10. Por último, el ábaco ruso o tchotu
                     consta de varillas en las que hay 10 bolas sin separación.
                         El ábaco fue durante siglos la máquina por excelencia para rea-
                     lizar cálculos; incluso existía la profesión de abaquista, que era el
                     que realizaba cálculos utilizando esta herramienta. Cuando en Eu-
                     ropa comenzó a introducirse las cifras indo-arábigas, hubo una gran
                     resistencia por parte de los abaquistas a abandonar el modo clásico





          46         EL DISEÑADOR DE CALCULADORAS
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