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Boltzmann y Mach no eran precisamente amigos, ni en
lo personal ni en lo científico. Boltzmann basó todo su trabajo
- principalmente en el campo de la mecánica estadística y la ter-
modinámica~ en la existencia real de los átomos, creencia com-
partida sin tapujos por científicos de la talla de Josiah Willard
Gibbs (1839-1903) y, sobre todo, del genial escocés James Clerk
Maxwell (1831-1879), el gran unificador de la teoría electromag-
nética, con el que colaboró en la teoría cinética de los gases que
hoy lleva el nombre conjunto de «estadística de Maxwell-Boltz-
mann». Supuestamente Boltzmann no pudo soportar las críticas
ni de su primer tutor Emst Mach, ni del segundo, Wilhelm Ostwald
(1853-1932), que sustituyó al primero en su voluntario destierro
científico. Sumido en la depresión, Ludwig Boltzmann se ahorcó
en 1906. Pero casi al mismo tiempo la existencia real de los áto-
mos - antes de que Emest Rutherford los bombardeara de forma
indiscriminada para saber que estaban allí- , sería probada tanto
por Albert Einstein (gracias a su artículo sobre el movimiento
browniano de los átomos, publicado en 1905), por aquel entonces
un neófito, como por el trabajo con suspensiones coloidales de
Jean Baptiste Perrin, que permitió confirmar tanto los valores de
la constante de Boltzmann como del número de Avogadro. Este
conocido valor, el del número de entidades elementales - átomos
o moléculas- que hay en un mol, o cantidad de sustancia, es una
constante que no depende del material ni del tipo de partícula
considerado. Debe su nombre a Amadeo Avogadro (1776-1856),
un extraño y huraño noble italiano que en 1811 descubrió que dos
volúmenes iguales de gases, sea cual sea su naturaleza y si la pre-
sión y la temperatura no varían, contienen el mismo número de
moléculas. Así, un mol de gas hidrógeno (H , 2,012 gramos), o
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uno de carbono (C, 12 gramos, tomado como referencia o patrón)
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poseen igualmente 6,0221367 x 10 moléculas o átomos, respecti-
vamente. Con estos datos ya se podían medir el tamaño y el peso
de los átomos. Por ejemplo, si tenemos dos botellas idénticas en
volumen, una llena de oxígeno y otra de helio, ambas contienen el
mismo número de moléculas. Y el número de átomos de oxígeno
será el doble puesto que su molécula es diatómica, mientras que
el helio, como gas inerte, es monoatómico.
JOHN DAL TON EN LA DISTANCIA 37