Page 72 - 10 Galileo
P. 72
baron conviviendo en casa de Galileo, sin llegar a casarse, y
tuvieron tres hijos: Virginia, nacida en 1600 y que posteriormente
se haría monja con el nombre de sor Maria Celeste; Livia, nacida
al año siguiente y que también se haría monja, y Vincenzo, nacido
en 1606. Galileo no reconoció la paternidad de ninguno de ellos,
aunque siempre mantuvo el contacto, y sus criados se convirtie-
ron en los padrinos de sus hijos.
En 1604, la aparición de una nueva supemova, igual que la que
divisaron en 1572 Brahe y Digges, irrumpió en la constelación de
Sagitario y despertó un gran interés entre astrónomos e intelectua-
les. Galileo sintió una gran curiosidad por este fenómeno, y la ob-
servación detallada de la nueva estrella se convirtió en su primer
trabajo astronómico. Como resultado de su estudio impartió algu-
nas conferencias, con las salas abarrotadas, sobre la naturaleza del
nuevo astro. Tan1bién redactó varios escritos, como el Discurso en
torno a la nueva estrella, en los que polemizó con los aristotélicos.
Otro de estos escritos, Consideraciones de Alimberto Mauri ( es-
crito con pseudónimo ), fue usado en su contra años más tarde al
ser acusado ante la Inquisición. El ocaso de una época empezaba a
vislumbrarse cuando en 1607 Sarpi estuvo a punto de morir asesi-
nado y posteriormente su amigo Sagredo marchó de Venecia des-
pués de ser nombrado diplomático en Siria. Sin embargo, antes de
que diera por concluida su estancia en Padua, su uso del telescopio
le convertiría en el científico más célebre de Europa.
EL TELESCOPIO
En 1608, Sarpi obtuvo información sobre un instrun1ento óptico
que un fabricante de lentes, el alemán residente en los Países Bajos
Hans Lipperhey (1570-1619), había tratado de patentar sin éxito
(en pocas semanas varias personas se atribuyeron tal invención).
Se cuenta que fueron los hijos de Lipperhey quienes, jugando con
lentes de desecho, encontraron la combinación por la que podían
agrandar objetos. Pronto se halló una importante aplicación en el
terreno militar, dado que el invento permitiría divisar a los enemi-
gos con la suficiente antelación como para preparar la defensa.
72 EL TELESCOPIO Y LA REVOLUCIÓN ASTRONÓMICA