Page 94 - 18 Godel
P. 94

ciada, seis años mayor que él,  a quien Godel había conocido en
                      1927.  Tal vez el  matrimonio fue  un paso previo necesario para
                     emigrar juntos, una decisión que  Godel ya veía como posible.
                     Ambos formaron siempre una pareja muy unida, y aunque no eran
                     propensos a las manifestaciones públicas de cariño, todo parece
                     indicar que se quisieron mucho.

          «Es importante buscar demostraciones de consistencia, aunque
          toda demostración de consistencia es relativa en el sentido
          de que no podemos prestarle más confianza de la que le
          prestamos al sistema lógico en cuyo seno se desarrolla
          la demostración de consistencia.»
          -  W!LLARD VAN  ÜRMAN  QmNE EN DESDE  UN PUNTO DE  VISTA  LÓGICO.

                         En 1938 y también en 1939, Godel viajó otra vez al Instituto de
                     Estudios Avanzados, y en estos viajes, además de dar sus habitua-
                     les cursos y conferencias, se procuró los contactos institucionales
                     necesarios para preparar su futura admisión como profesor, en el
                     caso de que tuviera que abandonar Austria. De regreso a Viena
                     después del segundo de estos viajes, fue atacado por un grupo de
                     estudiantes de ultraderecha que, según cuenta una anécdota muy
                     repetida, su esposa espantó a paraguazos.
                         Las presiones sobre Godel aumentaban, su presencia como
                     intelectual independiente era una molestia para los nazis, y final-
                     mente en octubre de 1939 fue incluido en una «lista negra». Esto
                     oficializaba su carácter de desocupado y bajo el régimen nazi los
                     desocupados eran casi automáticamente reclutados en el ejército.
                     En efecto, poco después Godel recibió la temida orden de reclu-
                     tamiento. Como única respuesta, Kurt Godel y Adele Porkert hu-
                     yeron de Austria hacia Estados Unidos (igual que  tantos otros
                     científicos europeos de aquella época, entre ellos, Albert Einstein
                     y John von Neumann).
                         La guerra entre Alemania,  Francia e Inglaterra ya había co-
                     menzado para ese entonces, de modo que Godel y su esposa tuvie-
                     ron que viajar a Estados Unidos por el camino más largo, a través
                     de Rusia, Japón y el océano Pacífico. Godel llegó al Instituto de






          94         EL SEGUNDO TEOREMA DE  GÓDEL
   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98   99