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tigación. Cada catedrático tenía su instituto de investigación, que
       contaba con instalaciones, equipamiento, presupuesto, personal
       técnico y ayudantes de docencia e investigación. Todo ello depen-
       día de la especialidad y del prestigio atribuido al profesor. Som-
       merfeld dedicaba mucho tiempo a los estudiantes de su seminario.
       Estos se instalaban en una gran sala del instituto para estudiar,
       leer, trabajar en los temas asignados y para debatir entre ellos y
       con el maestro. Su estrategia era que sus doctorandos se implica-
       ran desde el primer momento en la investigación. De ese modo,
       trataba de  motivarles y a la vez evaluaba sus capacidades.  Por
       ejemplo, podía iniciar un debate general en la sala común a partir
       de  un artículo científico reciente o de la carta de algún colega.
       A los principiantes les pedía que verificaran cálculos que él había
       hecho o que le corrigieran las pruebas de algún artículo. A los más
       avanzados les pasaba manuscritos suyos para que los revisaran,
       nuevos datos experimentales para que los analizaran, les planteaba
       algún  problema  o  les  proponía  algún  tema· de  investigación.
       Y todos ellos, sin excepción, tenían que exponer periódicamente
       sus resultados ante los demás y contestar a las preguntas y objecio-
       nes que se les plantearan. Sommerfeld tenía una habilidad especial
       para incitar a sus estudiantes a que abordaran problemas nuevos.
           Cuando Heisenberg se incorporó al instituto, W olfgang Pauli
       empezaba su quinto semestre y actuaba como segundo ayudante
       de Sommerfeld.  Era un físico  muy precoz:  cuando llegó desde
       Viena a Múnich ya había escrito un artículo sobre relatividad ge-
       neral, y antes de acabar sus estudios escribió una introducción a
       la relatividad que todavía hoy es una buena manera de iniciarse en
       el tema. Heisenberg y Pauli coincidieron en el seminario de Som-
       merfeld solo durante dos semestres, pero fueron suficientes para
       fraguar una buena y duradera amistad, a pesar de tener caracteres
       muy diferentes. Heisenberg siempre apreció las críticas de Pauli,
       a pesar de su agresividad y mordacidad: «Cuántas veces le habré
       oído decirme: eso es una tontería».
           El sistema de Sommerf eld posibilitaba que sus estudiantes
       destacados pudieran obtener el doctorado prácticamente a la vez
       que acababan sus estudios, como efectivamente hicieron Pauli y
       Heisenberg. Pero esta rapidez podía implicar grandes lagunas en





                                          LA CRISIS DE  LOS MODELOS ATÓMICOS   47
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