Page 69 - 11 Gauss
P. 69
a Gauss en contacto por primera vez con Alexander von Hum-
boldt, uno de los líderes del renacimiento de Prusia después de la
caída de Napoleón.
Gauss se vio afectado en su vida, como no podía ser de otra
manera, por el período de guerras que le tocó vivir. En 1808, el
Gobierno francés, tras las derrotas de Prusia en las batallas de
Austerlitz y Jena a manos de Napoleón, exigió unas enormes in-
demnizaciones por los gastos de guerra, como era lo normal en los
armisticios firmados durante ese período. Gauss, como miembro
de la universidad, también debía contribuir con 2 000 francos, lo
que era una cantidad muy considerable para un profesor recién
llegado y que todavía no cobraba su sueldo de forma regular. Sin
que él lo hubiera solicitado, Laplace, desde París, y Olbers, desde
Bremen, le ofrecieron su ayuda, pero Gauss no quiso aceptar nin-
gún dinero. Al final, la contribución fue pagada anónimamente,
aunque años después se supo que el benefactor había sido el
obispo de Frankfurt, lo que da idea de la creciente fama de Gauss.
De hecho, Gauss, ya anciano, contaba que Napoleón se había abs-
tenido de bombardear Gotinga para no poner en peligro su vida,
lo que parece algo exagerado por su parte. Lo que sí es seguro y
está documentado es que la matemática francesa Sophie Germain
intercedió ante Napoleón para que la vida de Gauss, al que apre-
ciaba enormemente por su talento para las matemáticas, fuera
respetada.
En 1810, solo dos años después, Gauss ganó una medalla del
Instituto de Matemáticas de Francia, pero rechazó el premio en
metálico que la acompañaba, entre otras cosas porque no le agra-
daban los franceses, pues en ese momento tenían sometida su
tierra y eran ya varios los años que llevaban en guerra. Sin em-
bargo, aceptó el reloj astronómico que había elegido para él So-
phie Germain, matemática con la que mantenía una relación epis-
tolar. Con algunas excepciones dignas de mención, en el siglo XIX
había pocas mujeres que se dedicaran a las matemáticas. De
hecho, Sophie Germain mantuvo correspondencia con Gauss fin-
giendo que era un hombre para evitar que sus ideas fueran des- ·
cartadas directamente. Había descubierto un tipo particular de
números primos, ligados al último teorema de Fermat - por esa
«DISQUISITIONES ARITHMETICAE» 69