Page 155 - 26 Fermi
P. 155

Fermi volvió después junto a Segre a sus estudios sobre in-
        teracciones entre piones y nucleones, y estrenó el nuevo cosmo-
        trón de Brookhaven, un sincrotrón que aceleraba partículas hasta
        energías muy elevadas de más de dos mil millones de e V, mientras
        Segre siguió interesado en los protones. Utilizando el acelerador
        bevatrón, que se inauguró en Berkeley en 1954, Segre descubrió
        junto a Owen Chan1berlain el antiprotón en 1955, por lo que les
        sería concedido a ambos el premio Nobel de Física en 1959.
            En el verano de  1954,  Femü fue  a Italia a inaugurar en Va-
        renna, junto al  lago  Como,  la Escuela Internacional de  Física,
        que actualmente lleva su nombre. En aquellas últimas lecciones
        magistrales,  el físico italiano expuso los principales avances en
        la física de partículas, enfatizando la relevancia del estudio en los
        aceleradores de la interacción entre piones y nucleones, y en la
        importancia de los ordenadores para resolver problemas de física.
        Conversi y Salvini, entonces en la Universidad de Pisa, aceptaron
        su sugerencia y pronto construyeron en dicha ciudad una de las
        primeras grandes computadoras electrónicas de Italia.  Durante
        aquella estancia, Fermi se empezó a encontrar mal, y a su regreso
        a Chicago le fue diagnosticado un avanzado cáncer de estómago.
        Durante sus últin1os días, junto con Laura, revisó sus postreras
        notas para su libro sobre física nuclear, y se dedicó a su familia
        y anügos más íntimos. Enrico Fermi murió el 28 de noviembre de
        1954, y pasó a engrosar la lista de científicos pioneros del estudio
        de la radiactividad que fallecieron de neoplasia. Se iba también, sin
        duda, uno de los ínclitos genios que la humanidad nos ha brindado.





        EL  EINSTENIO Y EL FERMIO

        Por increíble que parezca, no todo fue destrucción en el ensayo de
        la bomba de hidrógeno «Mike» que arrasó el atolón de Enewetak
        el 1 de noviembre de 1952. Aunque se mantuvo en secreto hasta
        1955,  los desechos analizados en el laboratorio de Berkeley en
        diciembre de 1952 mostraron que la bomba H había sido capaz
        de añadir dos nuevos elementos a la tabla periódica, de número






                                                     CAMINO AL FERMILAB     155
   150   151   152   153   154   155   156   157   158   159   160