Page 22 - Manual habilidades comerciales
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1. LA IMAGEN
No hay duda de que la forma en la que vestimos dice mucho de nuestra
imagen personal y también de la empresa o institución a la que
representamos.
Cuidar esta parte, tan visible, de nosotros y de los empleados de nuestra
empresa es una de las cuestiones que debe marcar como prioritarias, a la
hora de atender el aspecto y la imagen que se desea proyectar al exterior.
Pero todo no lo hace la vestimenta que usemos, también nuestro aspecto e
higiene son importantes.
Es importante tener en cuenta que los empleados comunican con su
vestimenta aquellos valores y objetivos de la empresa que representan, son
los embajadores entre la institución y el exterior.
Para definir la imagen que deseamos que ellos brinden, debemos
clarificar cual es la naturaleza de la empresa, este es uno de los principales
factores para establecer su código de vestimenta.
Por ejemplo, el atuendo para una compañía financiera es
completamente diferente al que debe tener una agencia de publicidad, ya que
se tendrá una mayor flexibilidad en la selección de su código de vestimenta.
Existen una serie de reglas para vestir en el trabajo. Factores como el
cargo, departamento en el que se encuentre, tareas y funciones asignadas,
tipo de entidad u organización, etc., condicionan el tipo de indumentaria y le
permitirán irán ir de una forma más o menos formal.
No será lo mismo trabajar en una entidad bancaria donde el porcentaje
de contactos con personas es muy elevado, que trabajar en una empresa en
la cual no hay trato directo con el público, pero algo que sí debe tener siempre
presente es que: la primera sensación o imagen que transmite es muy
importante. Debe sentirse bien, estar cómodo, pero a la vez, se debe ser
elegante y tener buen gusto.
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