Page 104 - De la luz a las tinieblas
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entregó  plácidamente  a  la  tranquilidad  de  tan  merecido
          reposo.


              Orgán  y  Dalman  ya  se  encontraban  activos  cuando
          golpearon  a  su  puerta.  Habían  dormido  poco,  pero  se
          hallaban  listos  y  espabilados.  Garan  y  Gosún  llegaron
          cargados  con  dos  grandes  talegas  llenas  de  peces  vivos,
          sumergidos en agua extraída del mismo lago. Cada uno de
          los  recipientes  tenía  una  capacidad  aproximada  de  unos

          treinta  litros,  y  en  ellos  había  peces  suficientes  para
          alimentarse todos durante diez o doce jornadas. Los góronas,
          se habían pasado casi toda la noche pescando. Aquellos seres
          dormían  muy  poco,  y  eran  extremadamente  resistentes  y
          fuertes, principal razón por la que Andrés deseaba llevarlos

          con ellos. Sin su ayuda, acarrear todo aquel material durante
          la expedición sería una misión sumamente dura.
              Las  armas  y  el  resto  de  los  enseres  ya  habían  sido
          depositados en la cabaña con anterioridad. Todo estaba listo
          allí, solo faltaban Andrés y Alterio. En cuanto ellos llegasen
          podrían emprender la marcha.

              No  tardaron  en  aparecer,  portando  las  escasas
          pertenencias del invidente que les habrían de ser útiles.
              —¿Está todo listo? —fue la pregunta de Andrés, a modo
          de saludo. Se lo percibía sumamente excitado.
              Alterio, detrás de él, se veía mucho más sereno. Tenía un

          aspecto tranquilo y pausado, todo lo contrario de su joven
          amigo.  Su  experiencia  y  su  larga  vida  le  aportaban  esa




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