Page 105 - De la luz a las tinieblas
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entereza que tan solo se alcanza en la vejez. Él sí saludó a los
          presentes.

              —Hola. ¿Qué tal ha ido todo?
              —Perfectamente. Hemos terminado con los preparativos,
          podemos marchar cuando queráis.
              —Excelente.  Os  agradezco  vuestro  empeño,  habéis
          cumplido sobradamente —dijo Andrés.
              —El mérito es de ellos —replicó Orgán, señalando a los
          dos  góronas—.  Se  han  encargado  de  tener  todo  a  punto.

          Nosotros solo les hemos indicado lo que necesitábamos.
              —Sin duda hemos de estarles agradecidos, difícilmente
          habríamos podido prepararlo todo sin su ayuda.
              —Así es, y nos sentaría muy mal si su fidelidad llegase a
          costarles la vida. —apostilló Dalman, que hasta ese instante

          había permanecido en silencio.
              Andrés  captó  el  mensaje.  Inmediatamente,  quiso
          tranquilizarlos a todos.
              —Los  protegeremos  a  toda  costa,  os  lo  prometo.  Su
          seguridad  será  nuestra  prioridad.  No  tengo  intención  de
          utilizarlos, sino todo lo contrario, ojalá pudiesen pasar con

          nosotros al otro lado cuando alcancemos la salida.
              —Eso es imposible muchacho.
              —Lo sé, pero no deja de ser un deseo que me gustaría ver
          realizado.
              —Bueno  —cortó  Alterio—  ¿Qué  os  parece  si  nos

          disponemos a salir lo antes posible?
              —Lo estoy deseando —respondió Andrés.




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