Page 112 - De la luz a las tinieblas
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camino, con sus lanzas a modo de báculos, marcharon
decididos en busca del final de su penuria.
Andrés encabezaba el elenco, abriendo camino en los
tramos más complicados.
Ayudándose de su machete, despejaba la maleza que les
dificultaba el avance en los tramos más complicados. Tras él,
los tres ancianos intentaban mantenerle el paso. Garan y
Gosún cerraban la ringlera cargando con los alimentos.
Ambos, seguían incondicionalmente a sus protectores. Se
sentían seguros formando parte del grupo.
El trayecto no era sencillo. Con muy poca claridad, y
teniendo que moverse entre rocas y maraña, el avance se
hacía lento y penoso. Ante tan complejo escenario, Andrés
pensó con ironía: «al menos no nos atrapará la noche en el
camino».
En aquella perenne oscuridad, cualquier pequeño destello
tan solo podía ser positivo.
La primera jornada de marcha transcurrió sin incidentes.
Si bien el lento y complicado avance entre la maleza los llevó
casi a la extenuación. Habían caminado durante horas,
haciendo una sola parada para comer y descansar un rato.
Pero, a pesar de ello, no consiguieron progresar tanto como
el pastor se había planteado. Sabía que con aquel ritmo
terminarían las provisiones mucho antes de recorrer la
distancia esperada. Si el bosque era tan grande como él creía,
jamás alcanzarían su meta.
El joven había hecho sus cálculos basándose en lo
recorrido anteriormente con Alterio, hasta encontrar el
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