Page 148 - De la luz a las tinieblas

aldea hasta qué el Guardian mandase a recogeros. Al haber
decidido escapar, habéis desafiado sus leyes. Os habéis
convertido en sus presas prioritarias. Tened la seguridad de
que vendrán a por vosotros. Debéis abandonar cuanto antes

el poblado.
—Lo sabemos, tan solo permaneceremos aquí el tiempo
necesario para aprovisionarnos y recuperar fuerzas, luego
seguiremos nuestra ruta.
Ya las mujeres abandonaban el lugar cuando él
pronunciaba las últimas palabras. Era evidente que no se
hallaban a gusto a su lado. A nadie allí parecía gustarle su
presencia. El temor a ser considerados cómplices de aquel
grupo de recién llegados enrarecía mucho el ambiente.
Toda la actividad que se apreciaba cuando llegaron, había
cesado repentinamente. Las calles ya no eran el escenario de
juegos y paseos. Se habían convertido en lúgubres y solitarias
veredas, entre las fantasmales sombras de las construcciones
que formaban el vecindario. Incluso, la oscuridad parecía

haberse alojado con más intensidad en el ambiente.
Andrés regresó a la choza. Les contó a sus compañeros lo
que le habían dicho las dos desconocidas.
—Por lo que he podido averiguar, representamos para
esta gente un verdadero peligro. Al parecer, aquí solo están
los elegidos de quien ellos llaman el Guardián Supremo.
Gente seleccionada de la primera estancia. Al haber
abandonado la aldea nos hemos convertido en presas
preferentes para los cazadores. Debemos marcharnos lo antes
posible.

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