Page 76 - De la luz a las tinieblas
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Alterio  abandonó  la  barraca,  para  dirigirse  a  la  de  sus
          amigos. Mientras, Andrés aprovecho para comenzar con los

          preparativos de la marcha. Con el trozo de una rama, se afanó
          en escribir sobre el piso de tierra la lista de cuanto podrían
          necesitar.
              Para  comenzar,  lo  más  importante.  Algo  indispensable
          que necesitarían en su viaje. El agua.
              Hasta  entonces,  no  sabía  cómo  podrían  acarrear  agua
          suficiente  para  pervivir  durante  un  tiempo  relativamente

          largo. Pero, en la cabaña de Dalman vislumbró la solución.
          Ver  al  górona  cargado  con  las  provisiones,  le  iluminó  las
          ideas. Aquel odre de piel les serviría, perfectamente, para tal
          cometido. Tan solo deberían fabricar unos de mayor tamaño,
          con capacidad suficiente para almacenar el valioso líquido

          durante varias jornadas.
              Necesitarían también prendas de abrigo, para soportar las
          bajas temperaturas que predominaban en el bosque. Pensó en
          abastecerse de capas tejidas con hilo vegetal, igual que el
          utilizado  para  coser los  recipientes  del  agua, y  sacos  para
          poder  descansar,  sin  sufrir  el  inhumano  azote  de  aquella

          persistente escarcha.
              Su  siguiente  prioridad  era  la  comida.  En  ese  punto  se
          encontraba  con  más  dificultades.  Sin  medios  de
          conservación, difícilmente podrían mantener en buen estado
          el  alimento,  limitado  en  todo  caso  a  aquellos  repugnantes

          peces, durante más de dos o tres jornadas.  Sin sol, y sin el
          frío  suficiente,  ni  sal  para  curar  la  carne,  sería  imposible




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