Page 79 - De la luz a las tinieblas
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muchacho  no  conoce  el  bosque,  ni  lo  que  allí  puede
          encontrarse. Creo que sería mucho más fácil si formásemos

          un  equipo  mayor.  Podríamos  apoyarnos  unos  a  otros  y
          tendríamos muchas más opciones de conseguir el éxito.
              ¿Nos estás pidiendo que vayamos con vosotros?
              —Tanto  a  Andrés  como  a  mí  nos  agradaría  que  nos
          acompañaseis. Conocéis bien estos montes, y estáis mucho
          más capacitados para ayudar al chico. Por otra parte, no me
          cabe duda de que deseáis, tanto como yo mismo, abandonar

          por fin de este infierno.
              Orgán, que ya mantenía sus dudas desde su conversación
          con Andrés, no opuso mucha resistencia a los argumentos de
          Alterio. Pero Dalman continuaba mostrándose muy reticente
          ante la idea. De los dos, era el menos atrevido. No sería fácil

          convencerle.
              —Aunque  nos  decidiésemos  a  acompañaros,  ¿cómo
          íbamos a abastecernos para un viaje así en este lugar? No
          disponemos de medios para afrontar una marcha superior a
          dos  o  tres  jornadas.  Si  no  encontrásemos  esa  salida,
          podríamos permanecer para siempre perdidos en las tinieblas.

          El  constantemente  frío,  el  hambre  y  la  sed  serían  nuestro
          eterno padecimiento. Solo pensar en ello me aterroriza.
              —Comprendo  perfectamente  tu  miedo.  Yo  también  lo
          tengo. Sabemos  bien  a  lo  que  nos  enfrentamos. Pero, ¿no
          sufrimos  acaso  permaneciendo  aquí  perpetuamente?  Sin

          esperanzas, sin futuro ni ilusiones. Con la única seguridad de
          que, antes o después, acabaremos penando infinitamente en




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