Page 80 - De la luz a las tinieblas

el castillo del fuego. Reflexionadlo. ¿Creéis realmente que
permanecer como hasta ahora es la mejor elección?

Los dos se miraron entre sí, pero sus expresiones eran
diferentes. El semblante de Orgán evidenciaba un guiño de
aprobación y de ánimo, en tanto que el de su compañero
reflejaba incertidumbre.
—Hmmm…. No sé Alterio. Somos muy mayores ya para
involucrarnos en una aventura tan incierta. Andrés es joven y
vital, es comprensible que no se resigne. Pero nosotros…

Dudo que podamos hacer frente a semejante reto. No
deseamos sufrir aún más de lo que ya lo hacemos.
Dalman permanecía callado, atento a las respuestas de su
acompañante, y temeroso de que Alterio lo convenciese
finalmente. Le preocupaba la idea de quedarse allí solo. En

su interior, sabía que, si su amigo decidía irse, él le seguiría.
A pesar de su manifiesta oposición a tal propuesta, no se
apartaría de su inseparable colega. Su temor a la soledad
superaba sus reticencias.
—¿Tú qué opinas Dalman? —le preguntó Orgán.
—Sabes que no comparto la idea de ir a ninguna parte.

Pero parece que tú te estás animando.
—Lo he estado pensando, y le encuentro cierta lógica a lo
que nos plantean. ¿Cuánto tiempo más continuaremos
viviendo en esta penumbra? ¿Cuánto sufriremos, finalmente,
cuando el guardián decida llevarnos? Si lo piensas bien, no

es tan descabellado. Quizás debiéramos haberlo intentado
hace mucho.

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