Page 87 - De la luz a las tinieblas
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Capítulo 9
En la otra cabaña, Dalman y Orgán seguían debatiendo
sobre la conveniencia de acompañar a Andrés y a su
compañero invidente. El segundo, intentaba plegar
definitivamente las reticencias de su condiscípulo.
—Sabes que nunca te dejaría aquí, solo. Llevamos juntos
mucho tiempo, ya ni recuerdo cuanto, pero deberíamos
plantearnos la posibilidad de abandonar esta inútil existencia
y volver a nuestra realidad. ¿Recuerdas...? Nuestras familias,
nuestras aficiones... ¡Y la luz!, esa luz que hace tanto que no
nos ilumina.
Dalman permanecía dubitativo. Sin embargo, ya no le
respondía con desaprobaciones, sino con preguntas y
planteamientos inseguros. Al cabo de un rato, atendiendo a
los argumentos de su amigo y recapitulando sobre las
palabras de Alterio, su miedo se fue trocando en expectativas.
Finalmente, cedió a los razonamientos de Orgán.
—Está bien, Si confías en ese muchacho, los
acompañaremos. Solo espero que todo esto valga la pena, y
que no nos pasemos toda una eternidad arrepintiéndonos.
—¿De qué podríamos arrepentirnos?, ¿de llegar antes al
castillo del fuego? Ambos sabemos que será ese nuestro
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