Page 88 - De la luz a las tinieblas
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destino final. Una insufrible espera en la nada, la esclavitud
perpetua. Yo ya no albergo la menor duda. Si esto ha de
terminar de una u otra manera, prefiero ser yo quien elija
cómo.
—Nunca he sido tan decidido y animoso como tú, pero
me has convencido. Estoy resuelto a afrontar ese reto. Si
conseguimos salir será nuestra liberación. Y si no lo
logramos, que todo esto se acabe ya de una vez. Vayamos a
hablar con ellos.
Convencido por fin, y con la firme convicción de seguir
adelante, ambos se dirigieron hacia la cabaña de Alterio, para
comunicarles la decisión tomada. Al pasar junto a la entrada
principal, intercambiaron unas palabras con los centinelas.
—¿Hacia dónde vais? No os hemos vuelto a ver desde el
día en que llego Alterio con ese muchacho.
Efectivamente, no habían abandonado su pequeña casilla
desde entonces. De ahí la extrañeza de los guardianes al
verlos nuevamente recorriendo aquel sendero.
—Nos dirigimos a la casa de Alterio. Tenemos que hablar
con él.
—Alterio, y ese muchacho que le acompaña, han salido
hace un rato. Iban hacia el bosque. No los encontraréis en su
choza.
Orgán evidenció su contrariedad. Temía que Dalman
pudiese arrepentirse. Lo conocía bien, y no le era ajena su
inestabilidad emocional. En cualquier momento podía
cambiar de opinión, sin más argumento que su propia
inseguridad.
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