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Muros. Historia viva
vinculada a lo que sucedió en los municipios vecinos, sufriendo vicisitudes simi-
lares y compartiendo también algunos de sus tiempos gloriosos.
No fueron las tierras de Entins ajenas a las visitas comerciales fenicias o la
ocupación de los romanos, que llegaron a la zona en el siglo I.
Fue alrededor del siglo V cuando los pueblos germánicos, probablemente
Suevos, llegaron y crearon la actual división parroquial de ese Ayuntamiento.
Tampoco ese lugar se libró de los ataques de las hordas de piratas, árabes o
turcos, que devastaban periódicamente las poblaciones costeras durante la edad
media. Pero, como en el resto de Galicia, fue en los siglos VI o V antes de Cristo
cuando una raza de guerreros valientes y nobles a los que los griegos llamaron
«Gálatas» ocupó primero España y luego Galicia, donde permanecieron hasta
que fueron sometidos por el ejército de Roma dirigido por Julio Cesar en el
año 51.
Se pueden encontrar evidencias de la estancia de este pueblo en algunos lu-
gares de ese municipio. En la parroquia de San Pedro de Outes, en el lugar de
Boel se encontró una mámoa que puede contener una cámara funeraria; en ella
se encontraron dos pequeñas dagas, una de 190 por 50 milímetros y otra de 17
por 60 milímetros. Según se cree, ambas están ahora en el museo del Seminario
Pontificio en Santiago. También se encontró en el mismo sitio una tumba con
huesos humanos.
Lo que ahora es el municipio de Mazaricos formó igualmente parte del alfoz
muradano. Esas tierras eran habitadas en la prehistoria, al igual que los territo-
rios circundantes. Se estima que sus primeros pobladores se establecieron en la
zona hace unos 2.500 años. La región de Xallas, de la que forma parte su de-
marcación, fue habitada por los suevos y los romanos, que dejaron gran cantidad
de huellas en la zona. La calzada romana conocida como «per loca marítima»
atravesaba esas tierras en su recorrido hacia las Rías Baixas.
Durante años, los romanos explotaron las minas de oro de Brandomil, cuya
extracción era llevada al puerto de Muros para embarcarla hacia Roma; por lo
que las tierras de Mazaricos no eran solamente un territorio de tránsito, utilizado
por los conquistadores de «Hispania» para recorrer las largas distancias que
separaban los puertos gallegos del norte y del sur, eran también un lugar del cual
explotaban sus recursos naturales. De esa época existen vestigios de viejos cami-
nos y tumbas funerarias que se encontraron en Chacín y San Cosme.
Pero, mucho antes de que los romanos llegasen a Galicia ya estaban estable-
cidos en estas tierras, como en el resto de la comunidad, los Celtas. En las tierras
de Xallas, muy probablemente se establecerían tribus estrechamente relaciona-
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