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indiferencia ante los problemas que enfrentamos
quienes sostenemos la mitad del cielo.
No es casual, ni un hecho menor, que el eje
central del llamado a la huelga haya sido el tema
del trabajo en todas sus dimensiones: Desde el
trabajo formalmente reconocido, es decir, el trabajo
asalariado, en el que todavía hoy encontramos
vigente la división sexual de las tareas (trabajos
considerados “de mujeres”, generalmente los
más precarios), el clima de acoso o las brechas
por género en la remuneración, hasta el trabajo
de cuidados que continúa siendo invisibilizado
cuando de él depende toda la reproducción de la
vida. Y este quizá es el punto central: el capitalismo
se sostiene sobre la base del trabajo no reconocido
y no pagado que realizamos las mujeres y sin el
Mujeres 8m, Fernanda
cual es imposible la reproducción de la fuerza de
trabajo. Pero lo que estas jornadas de lucha han
Pero este llamado a huelga nos recuerda dejado claro es que las mujeres no queremos
también las combativas jornadas que dieron ni estamos dispuestas a seguir coninadas ̀ a
origen a la conmemoración de esta fecha como ese sitio que tiene para nosotras el sistema. Lo
día de lucha por la igualdad política, económica y rechazamos y ponemos sobre la mesa el tema de la
social entre hombres y mujeres; contra el trabajo colectivización de los cuidados y de la necesidad de
precario y la explotación; porque se nos reconozca organizar la vida de manera distinta. De ahí el alto
como sujetos plenos y capaces de decidir por y contenido anticapitalista de este movimiento y su
sobre nosotras mismas; por la defensa de la vida potencialidad para impulsar y nutrir el conjunto
ante un régimen que sólo nos ofrece muerte. La de luchas obreras y populares que se plantean la
reivindicación de la huelga recupera su origen transformación de esta realidad y la emancipación
obrero, de combate y de profundo espíritu de la humanidad.
internacionalista para airmar ̀ en un coro de
voces creativas que las violencias machistas y el
capitalismo deben caer juntos, logrando sumar
a la marea violeta a una parte importante del
sindicalismo y del movimiento social y popular, lo
que ocurrió en nuestro país con el respaldo que la
Nueva Central de Trabajadores, la ANUEE y otras
organizaciones dieron, para comenzar a quebrar la
Marcha Ni una menos
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