Page 19 - REVISTA SALUD Y VIDA nro 4
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y Vida
siones constantes que hacen que
los progenitores sientan culpa, inse-
guridad o impotencia al percibir que
el vínculo con su hijo está muy da-
ñado.
Durante esta etapa el adoles-
cente necesita sentir que sus pa-
dres saben lo complicado que en
ocasiones es para él hacerse
mayor. Que son conscientes que su
cerebro aún no está lo suficiente-
mente preparado para actuar y de-
cidir desde la reflexión y aplacar los
impulsos que a menudo le llevan a
actuar de forma desajustada. Unos
padres que validan sus emociones
sin juzgarlas y le ayudan a dar res-
puesta a sus nuevas necesidades
con su presencia y disponibilidad.
Que le aceptan tal como es, con
sus virtudes y defectos, y le ense-
ñan con paciencia a hacer las cosas
bien. Que confían en él y le dejan
descubrir y diseñar con libertad su
propio camino. Que le exigen para
que cada día sea una mejor per-
sona. Que le ayudan a construir
desde la tranquilidad su nueva iden-
tidad.
Hay que comprender que la ne-
cesidad que tiene un adolescente
de cuestionar la autoridad de sus
padres es natural y necesaria, y ese
será el primer paso para poder
acompañar esta etapa de forma
consciente y empática. En este pe-
ríodo el adolescente necesita em-
pezar a llevar las riendas de su vida
perto. Salas explica que antes de que va a la suya y que, en ocasio- calma y la empatía. Su llegada trae y hacer las cosas a su manera y
que existiera la radio, muchas fami- nes, se muestra poco respetuoso y con ella muchos conflictos y desa- ritmo sin sentir que el adulto que le
lias se reunían alrededor de un agradecido por todo aquello que venencias entre padres e hijos. El acompaña se pasa el día contro-
libro, de una revista o de un perió- hacen sus padres por él. Que orden, las responsabilidades en el lando, criticando sus errores o ridi-
dico que se leían en voz alta: “Es quiere pasar la mayor parte de su hogar, los estudios, la hora de vol- culizándole porque no hace las
una costumbre que se perdió, y hoy tiempo con su grupo de iguales por- ver a casa o las nuevas amistades cosas bien.
consideramos que la lectura es un que en él encuentra el apoyo y la son algunos de los motivos que de- El segundo paso será entender
hábito individual y silencioso, pero comprensión que necesita. sencadenan estas riñas. Momentos que muchas de las conductas ina-
históricamente no lo ha sido”. Al La adolescencia es un período en los que la comunicación parece propiadas que tiene el adolescente
final, un libro funciona igual que el de desarrollo convulso, repleto de casi imposible y las cosas no fluyen son una manera errónea de deman-
anciano de la tribu contando histo- cambios que a las familias les como antes. Donde se pierden los dar ayuda cuando se siente inse-
rias junto a una hoguera: “Entiendo cuesta mucho acompañar desde la nervios o se levanta la voz. Discu- guro..
que ponerse a leer en voz alta para
unos adolescentes pueda dar cierta
vergüenza, pero si funciona en el
aula, ¿por qué no iba a funcionar en
casa?”.
Claves para no pelear
con mi hijo adolescente
Si hay algo que desconcierta a
las familias es mirar a su hijo y apre-
ciar que casi no lo reconocen. Sen-
tir que ha dejado de ser aquel niño
dulce y cariñoso que no paraba de
explicar todo aquello que hacía en
el colegio para convertirse en un
joven arisco y reservado al que le
tienen que sacar las palabras a
cuentagotas. Que solo muestra in-
terés por sus cosas y quiere estar
todo el día encerrado en su habita-
ción, absorto en sus pensamientos
y conectado con sus amigos a tra-
vés de las redes sociales. Un joven