Page 59 - selim
P. 59
sintió más que un extraño murmullo. A su al-
rededor, las bocinas de los coches, el ruido de
los pasos en la acera, habían desaparecido.
«Me gustaría saber por qué se entretenía con
esa clase de juego», pensó Zuffu.
Y se prometió aclarar ese misterio. Para él,
los misterios no debían existir. Si se topaba
con uno, siempre se las arreglaba hasta en-
contrar una explicación. Solía observar con
muchísima atención lo que ocurría a su alre-
dedor, y por eso conocía una cantidad de co-
sas increíble para un niño de su edad.
* * *
El señor Averi se sentía orgulloso de su hijo,
pero, en ese momento, no lo estaba de sí
mismo en absoluto.
El doctor Kharaman había tendido a Selim en
una estrecha camilla, y el señor Averi le con-
taba, por tercera vez, cómo había ocurrido el
accidente.
El doctor era un hombre alto y fuerte e inspi-
raba confianza. Se dirigió ai señor Averi:
65