Page 60 - selim
P. 60
—Vamos, vamos -dijo con una leve sonrisa-.
No se preocupe usted tanto, por favor. Este
niño no tiene nada serio. Además, mire: está
volviendo en sí.
Efectivamente, Selim abría los ojos. Pero to-
do giraba a su alrededor, como si el mundo
entero estuviera embrujado por la cadencia
de un tamboril y el canto de una flauta.
«No me acordaba de que estaba en mi alfom-
bra mágica», pensó. «Debe de soplar un vien-
to de tormenta, todo se mueve... Pero ¿por
qué hay dos señores que me miran de ese
modo, como si me quisieran examinar...?»
—Soy Selim; me llaman el vendedor de ale-
gría -dijo en voz alta, por si acaso.
—Encantado de conocerte, Selim -dijo a su
vez el doctor Kharaman-. Un coche acaba de
darte un golpe. ¿Te duele algo?
¡Vaya!, de modo que no estaba en su alfom-
bra voladora. De repente recordó el coche, y
que iba con los oídos tapados. Entonces, se
había equivocado: el coche no iba a pararse;
había seguido y le había atropellado. Eso mis-
mo le esperaba a Semra si se atrevía a cami-
nar sola por las calles. Cualquier día...
6 6