Page 216 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
P. 216
Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
empezaba a ver toda mi existencia en retrospectiva yo me imaginaba las
consecuencias que se me venían por tomar el camino que estaba al margen de la
ley. Empezaron con las respectivas preguntas, a sacarme todo mi record de
salidas injustificadas fuera del país y por mi mente solo pasaba un solo y único
pensamiento ¿Qué era lo que había hecho con todos mis años de vida? La policía
me hacia una y mil preguntas y yo no atinaba a dar respuesta alguna, esto no era
por encubrir a nadie si no era por el estado de shock en el que me hallaba.
Pasaban las horas y mi siguiente destino era ir a otra instancia que las
autoridades policiales me habían destinado para casos como este. Mientras
transcurrían las diligencias propias de la investigación mi celular no dejaba de
timbrar, sabía que era Carlos o alguien más que laboraba para él; pero yo no podía
responder ya que se encontraba con la autoridad a mi cargo y si yo respondía
ellos rastrearían las llamadas y lo atraparían y eso era justamente lo que el
“Departamento de Investigación de Narcóticos” quería para dar con los
principales organizadores criminales. Luego de insistir tanto con las llamadas
Carlos y los demás se dieron cuenta de lo que pasaba al no obtener respuesta
mía, ellos ya se imaginaban cual era mi destino y que esta vez les había fallado
con su entrega.
Luego de tantos interrogatorios y presiones de todos los tipos, proceden a
mi traslado a un centro penitenciario para mujeres; ya que me había auto
declarado culpable de todos los cargos, de esa forma ya no habría más vuelta que
dar al tema.
Ya con mi sentencia preliminar de 8 años soy conducida al centro de
reclusión femenino. Ahora me siento más perdida que nunca, tiemblo de terror,
siento que cada paso que doy es para conducirme al mismo infierno solo que con
diferentes integrantes. ¿Qué me espera ahí adentro? - ¿con qué tipo de personas
tendré que lidiar ahora? ¿Qué me harán? Eran las constantes preguntas que me
generaba mi mente mientras me llevaban a mi nuevo “hogar” así es como el
personal penitenciario lo llamaban.
183