Page 215 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
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Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
Púes lo logró ahí voy yo mansa como un cordero cargando conmigo una
mochila con varios kilos de cocaína, directo al aeropuerto y como cosa del
demonio paso desapercibida por todos los controles y ahí estoy bien sentada en
el avión rumbo a España, un país jamás pensado pisar ni en mis más lejanos
sueños; todo está bien logré mi cometido y recibo la llamada de mi “amado”
donde me hacía saber su enorme felicidad y lo orgulloso que se encontraba de
mí. Ahora toca regresar y recibir los halagos de mi querido amor. ¡qué bonito se
siente sentirse aceptada! Sea hasta por celebrar algo indebido, pero que, más da,
con tal de hacerlo sentir bien y yo igual.
Así se fueron dando tres viajes más a diferentes países europeos y todo
parecía marchar de maravillas, cumplía con mi misión cual niña obediente y al
término de cada viaje traía su dinero de su “solvente negocio”. Me decía: que era
una de las mejores de su club.
Un mes después ya estaba planeado mi segundo viaje con destino a
Holanda, preparamos todo y este iba a ser el vuelo más importante de todos ya
que había mucho dinero de por medio. Me enrumbé con destino al aeropuerto
sin imaginar que este sería el último viaje indebido que realizaría; me bajé del
auto que me transportaba ingresé muy tranquila al terminal aéreo ya que todos
esos nervios y miedos iniciales se habían esfumado con las practicas realizadas y
logradas sin contratiempos a los diferentes países que tenía como destinos.
Bueno- ingreso al counter de check de vuelos y noto que alguien miraba
de sobremanera mi equipaje, trato de disimular aquella escena y me sobrepongo,
continúo con mis trámites respectivos y al parecer lo logré nuevamente, avanzo
a la sala de espera me compro unas bebidas y cojo una revista empiezo a checar
las hojas: cuando en eso siento que alguien se me acerca y me dice:
¡señorita!...!señorita! levanto la mirada y veo dos hombres con aspecto de
policías; siento como el frio invade mi ser, empiezo a sentirme nerviosa. Ellos me
piden que los acompañe: mientras realizaba la caminata con destino a la oficina
de investigaciones toda mi vida se me hacía como una película de terror,
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