Page 214 - UNIVERSIDAD AUTONOMA DE ICA
P. 214
Docente: Nathia Erika Castro Vilcapuma
para mí. Bueno hubo días malos y buenos porque me encontraba lidiando
conmigo misma y tratando de encontrarme para no volver a caer y continuar en
ese espiral que estaba acostumbrada vivir. Carlos era muy tolerante ya que sabía
de donde y de que sub mundo me había sacado. Al transcurrir los días mi príncipe
sin caballo blanco no permanecía mucho conmigo siempre tenía excusas para su
ausencia, yo trataba de entenderlo y me decía a mí misma: es cierto cree en él,
no te miente es todo lo que siempre necesitaste para ser diferente y cambiar y lo
estás logrando gracias a Carlos. Cuando el regresaba y estaba junto a mí todo
volvía a tener sentido nuevamente… Ahora él se había vuelto algo adictivo para
mi ser, lo necesitaba más de lo que pensaba y eso no era nada bueno ya que
dejaba las drogas sintéticas y ahora las había cambiado por él. ¡eso no podía ser
Yo no quería depender tanto de alguien menos de un hombre sin embargo no
podía controlarlo y esto parecía darle más seguridad a Carlos para que me
demuestre quien en realidad era y cuál era su verdadero propósito hacia mí. Púes
este hombre se encargaba de captar jovencitas desequilibradas y perdidas
emocionalmente para que realicen su “trabajito” que no era nada más y nada
menos el transporte de drogas de un país a otro, o sea debía ser su “burrier” eso
fue lo que me dijo:
¡si me amas demuéstramelo! Y empieza a trabajar para mí, no es nada
difícil mi querida Alue solo pondrás tu bello rostro y tu perfecta figura rumbo al
aeropuerto y tú solo deberás pasar los controles como si nada y luego subirte al
avión y embarcarte rumbo al destino que yo te lo elija; ahí te esperaran y serás
recibida como una reina, luego te pagaran y tú mi chica me traerás el efectivo.
Eso sería todo ¿Qué te parece este laburo mi bella princesa? Púes no sabía que
responderle, estaba tan confundida y pensaba que como podía ser posible que
me pidiera algo así se suponía que se encargaría de protegerme y no exponerme
más Carlos era tan astuto y conocía mis flaquezas emocionales que se cogía de
ahí para engatusarme con el cuento de su eterno amor y yo caer como una
estúpida redondita a sus pies.
181