Page 117 - El toque de Midas
P. 117
negocios.
El trabajo con asesores
Los inversionistas desean saber quiénes son tus asesores. Todas las compañías que cotizan en la
bolsa deben tener, por ley, una junta directiva, e incluso si no planeas hacer que tu empresa cotice,
debes tener un grupo de asesores. Por ejemplo, si quieres comenzar un restaurante, debes trabajar
con gente que haya tenido restaurantes y los haya administrado con éxito. También necesitarás buenos
asesores legales y en asuntos contables. Tómate tu tiempo para elegir porque no todos son confiables.
Tu junta directiva te puede ahorrar mucho tiempo, dolores de cabeza y dinero. Además, un
inversionista profesional siempre revisará con mucho cuidado a la gente con la que trabajas y sus
antecedentes.
Piensa que estas personas son como instructores de una escuela de negocios y pueden ser tus
mejores maestros. Contar con un negocio real y un grupo de asesores, puede ser la manera de
adquirir tu educación en este ámbito. Pero, por supuesto, tienes que hacer tu tarea, es decir, ser buen
estudiante, escuchar, aprender y corregir lo que no está bien. No estás obligado a hacer todo lo que te
digan tus asesores, pero sí a escucharlos con atención. Si no lo haces, es porque no los necesitas o tal
vez debas remplazarlos.
El trabajo con los empleados
A menudo, es el grupo más difícil, pero debes perseverar porque pueden ser tus mejores maestros.
Dado que un negocio está conformado por varias habilidades (como contabilidad, área legal,
servicio a clientes, marketing, publicidad, ventas, desarrollo de producto, entre muchas otras)
representadas por los ocho elementos del Triángulo D-I, debes considerar que lidiarás con gente
especializada. Algunas personas estarán motivadas, otras no; algunas serán honestas, otras no. Por
todo lo anterior, no será nada fácil lograr que este grupo se enfoque en los objetivos del negocio. No
obstante, es tu trabajo hacerlo. Recuerda que una manzana podrida puede arruinar las demás. Es muy
importante proteger a tus trabajadores de las manzanas podridas. Si un inversionista presiente que
tienes problemas con tus empleados o no eres un líder competente, no invertirá su dinero en ti.
Una de las quejas que más escucharás de ti mismo y de otros empresarios, es “no puedo
encontrar personal competente”. Como la mayoría de los empresarios tiene poca experiencia en
manejo de personal, es común que diga que no puede conseguir buenos trabajadores. Pero muy a
menudo, el verdadero problema es que el empresario todavía no es buen líder. Los empleados
mejorarán en la medida en que los empresarios desarrollen sus aptitudes para guiarlos.
El trabajo con los clientes
Como último consejo, aunque no menos importante, recuerda que los negocios tienen clientes. Las
relaciones con ellos deben ser muy buenas porque se aprende mucho.
Un inversionista profesional siempre preguntará: “¿Quién es el cliente, y por qué necesita tu
producto o servicio?” En un mundo en que la competencia siempre está tratando de ganarse el tiempo
y el dinero de tu cliente, tu trabajo es llegar a conocerlo muy bien, averiguar por qué necesita a tu
negocio, y cómo puedes mantener tu relación con él.
En el caso de los empresarios del cuadrante A, es común que la relación con el cliente sea muy