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302 PARTE II, SECCIÓN 4 ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
REVISIÓN TERAPÉUTICA
A continuación se presenta un panorama
general de las opciones terapéuticas para
la CI.
• Los pacientes que tienen riesgo elevado de
presentar complicaciones cardíacas
basándose en los criterios de Framingham,
deberán someterse a una detección
sistemática antes de realizar programas de
ejercicio y a una valoración cuidadosa por
si presentan síntomas atípicos.
• Los pacientes con angina de pecho
inestable o de inicio reciente que
presentan síntomas cardíacos también
necesitan someterse a una evaluación
intensiva y a un tratamiento con
procedimientos estándar.
En estas dos categorías se deberá comenzar el
tratamiento con fármacos o intervenciones
de procedimientos como angiografía
diagnóstica y terapéutica para estabilizar la
enfermedad mientras se esté implementando
cualquier modificación en el estilo de vida.
Más tarde puede ser posible reducir los
medicamentos una vez que los cambios en el
estilo de vida modifiquen satisfactoriamente
los síntomas clínicos y los factores de riesgo.
■ Nutrición
• Las dietas óptimas para la prevención de la
CI hacen hincapié en: a) carbohidratos
complejos; b) sustitución de las grasas
saturadas y trans por las grasas insaturadas
no hidrogenadas; c) aumento de las grasas
omega-3 del aceite de pescado o de fuentes
vegetales, y d) ingestión de frutas y
legumbres.
• Mantener una ingesta calórica apropiada
al peso corporal.
• Los alimentos funcionales apropiados para
muchos individuos después de comentar B B 1
con el médico pueden incluir cantidades
moderadas de té, frutos secos (nueces y
almendras), soja y alcohol.
• La dieta mediterránea representa un buen
ejemplo de estas recomendaciones. B B 1
Las recomendaciones específicas (excepto
para las personas que reciben tratamiento
anticoagulante) incluyen las siguientes:
• Ácidos grasos omega-3 como suplementos
del aceite de pescado (≤ 3 g/día) o pescado B B 1 • Coenzima Q 10 (30-200 mg/día en dosis
salvaje de agua fría como por ejemplo el
salmón. Otras fuentes son los frutos secos
(excepto los cacahuetes) y el aceite de
semilla de lino (1 cucharada al día) o hasta
3 cucharadas al día de semilla de lino
finamente molida.
• Uno o dos dientes al día de ajo crudo o
ligeramente cocinado, para preservar sus B B 1
componentes bioactivos.
• Margarina con ésteres de estanol/esterol
(≤ 2g/día). B B 1
• Agua: 6-8 vasos al día dependiendo del
clima y de la actividad física. No obstante,
se debe evitar su consumo en forma de
bebidas con cafeína o zumos de fruta
azucarados.
■ Modificaciones del estilo de vida
• Abandonar el tabaquismo (aunque para
conseguirlo es posible que se necesiten A A 1
clases de modificación de la conducta).
• Descubrir que se puede disfrutar del
ejercicio, que se puede realizar todo A A 1
el año durante 30 min casi diariamente.
Los programas ideales incluyen el ejercicio
aeróbico y la flexibilidad esquelética
(v. capítulo 90, «Redacción de una
prescripción de ejercicio»).
• Aprender a controlar el estrés mediante la
utilización de técnicas mente-cuerpo B B 1
como grabaciones de relajación/imágenes
dirigidas, clases de concienciación plena,
meditación (v. capítulo 95, «Prescripción
de técnicas de relajación»).
• Enseñar a practicar la respiración
abdominal y la importancia de mantener C 1
el ritmo de la respiración durante el
ejercicio (v. capítulo 92, «Ejercicios
de respiración»). Evitar respiraciones
estimulantes y rápidas como la
«respiración de fuego».
• Valorar los sistemas de apoyo espiritual.
C 1
■ Fitoterapia y suplementos
Los suplementos básicos que cabe considerar
son:
• Complejo B y ácido fólico (sobre todo si
está elevada la homocisteína). B B 1
• Vitamina B 6 (25 mg/día); B 12 (500 μg/día);
folato (400 μg/día).
fraccionadas). C 1