Page 203 - Donde termina el arco iris
P. 203
CECELIA AHERN Donde termina el Arco Iris
cuando ha visto al cartero ha gimoteado y ha salido disparado hacia la casa. Ha sido
la pera. El cartero se ha encogido de hombros y ha seguido su camino. Iba silbando
cuando ha llegado a mi puerta. Cosas como ésta habrían hecho reír a Alex, sobre todo
sabiendo como sabe que ese maldito perro me ha tenido en vela más de una noche
entera con sus ladridos y que siempre le roba mi correo al pobre cartero.
Espera un segundo, Katie está intentando leer lo que escribo...
TEORÍA DE LA JERARQUÍA DE MASLOW
Ja, ja, esto la despistará. En fin, será mejor que te deje y que estudie un poco.
Nos vemos pronto. Saluda a papá de mi parte y dile que le quiero.
Ah, por cierto, Ruby me ha montado una cita a ciegas el sábado por la noche.
Casi la mato, pero no puedo cancelarla. Cruza los dedos y reza para que no sea un
asesino en serie.
Te quiere,
Rosie
Tiene un mensaje instantáneo de: ROSIE
ROSIE: Hola, Julie. Te he puesto en mi lista de compinches, o sea que cuando vea que
estás on-line podré enviarte mensajes.
JULIE: No si te bloqueo en mi lista.
ROSIE: No te atreverás.
JULIE: ¿Por qué quieres que nos comuniquemos así si estoy en la habitación de al lado?
ROSIE: Porque siempre lo hago. Significa que soy multitarea. Puedo hablar por
teléfono con una persona y al mismo tiempo despachar asuntos contigo on-
line. Por otra parte, ¿qué es lo que haces realmente, señorita Casey? Lo único
que te veo hacer es aterrorizar a niños inocentes y reunirte con padres
fastidiados,
JULIE: Es que es prácticamente lo único que hago, Rosie, tienes razón. Créeme, tú
fuiste uno de los peores alumnos a los que he enseñado y uno de los peores
padres con los que me he reunido. Aborrecía tener que convocarte.
ROSIE: Y yo aborrecía tener que venir.
JULIE: Y ahora me añades a tu lista de compinches on-line. Cómo cambian los tiempos.
Por cierto, monto una pequeña reunión para celebrar mi cumpleaños la
semana que viene y me estaba preguntando si te gustaría venir.
ROSIE: ¿Quién más va?
JULIE: Oh, sólo unos cuantos ex alumnos a los que solía aterrorizar hace veinte años.
Nos encanta reunimos y rememorar los viejos tiempos.
ROSIE: ¿En serio?
JULIE: No, sólo unos cuantos amigos y unos pocos parientes. Tomaremos unas copas y
picaremos algo durante un ratito para señalar la ocasión, y luego podéis iros
todos y dejarme sola.
ROSIE: ¿Cuántos cumples? Sólo lo pregunto para poder comprarte una tarjeta de
cumpleaños con un número. Quizá también te regale una insignia.
JULIE: Hazlo y estás despedida. Voy a cumplir cincuenta y tres.
ROSIE: Sólo eres veinte años mayor que yo. ¡Y pensar que te consideraba una anciana!
JULIE: Curioso, ¿verdad? Imagínate, yo tenía más o menos tu edad cuando dejaste esta
escuela. Ahora los niños deben de pensar que la anciana eres tú.
ROSIE: Me siento anciana.
JULIE: Los ancianos no van a citas a ciegas. Venga, descubre el pastel, ¿cómo era?
ROSIE: Se llama Adam y es un hombre muy, pero que muy atractivo. Toda la velada se
mostró cortés; es un gran conversador y muy divertido. Pagó la cena, el taxi,
las copas, absolutamente todo, negándose a dejarme abrir el bolso (tampoco es
- 203 -