Page 46 - Luna de Plutón
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nariz se le ponía caliente de la rabia. Él estaba susurrando (y estaba seguro que el
mensaje les llegaba así del otro lado) mientras que no olvidaba que aquella cosa que
fungía como su interlocutor debía medir no menos de seis o siete metros de altura.
—No se preocupe, señor.
—Disculpa, Metallus —intervino una voz anciana, que tenía la misma intensidad
que la primera, pero era más sosegada, y lo más importante, no gritaba—, pero
quisiéramos que nos explicase a dónde los lleva ese famoso tren del que nos habló
Claudia, como comprenderá, aquí en el Ministerio estamos muy preocupados por ella.
—No hay ningún peligro, el tren pasa por varias paradas alrededor de Plutón, y
nos puede dejar en cualquiera de ellas, siempre hace el recorrido por los mismos
lugares.
El león pensó que, si estaban tan preocupados por ella, no debieron enviarla a
ninguna estúpida misión para seguir a ningún criminal peligroso. Aunque obviamente,
lo anterior era demasiado obvio, y en lugar de ser una explicación razonable, lucía,
cada vez más, como un simple truco; aquello era simplemente un juego, no una
misión real.
—Interesante… —comentó otra voz rejurgitante e igual de ronca—. Me recuerda a
nuestro expreso Ogrero, en los tiempos de prosperidad.
—Dejemos la nostalgia para otro día, Furrufunovich —terció otro ministro—.
¿Qué quiere que haga Claudia ahora, su majestad?
—HMMM, HMM… HMMM… ¡REGRESA AHORA MISMO! —ordenó Metallus.
—¡No! —gruñó Claudia—. ¡Yo soy lo bastante competente! ¡Así que denme otra
misión!
—¡HOHOHO, PUES NO, NIÑA TONTA! ¿YA HAS ARRUINADO UNA Y
QUIERES QUE TE DEMOS OTRA?
Claudia rezongó con tal furia que Knaach se asustó.
—Tal vez deberías darle otra oportunidad para demostrarlo —opinó Rockengard,
el ministro de voz anciana—. Un fallo lo comete cualquiera, hasta tú.
Metallus carraspeó varias veces, como si con ello tratase de borrar el comentario
de su ministro.
—Podemos conducirla sobre los mismos pasos, y hacer que siga al mismo tipo.
—¡BUENA IDEA, POPSTTONE! ¡PUES ESO, NIÑA TONTA, VAS A SEGUIR
AL TIPO AQUEL!
Claudia se puso seria, con los ojos cerrados, concentrándose.
—Sabemos que ha ido a la EEP (Estación Espacial de Plutón). No le queda otra,
porque ahí es donde debe abordar la nave-casino que lo sacará de Plutón —explicó