Page 31 - Manual BAE

Analizada una situación y habiendo realizado el diagnóstico de la misma,
estaremos en condiciones de realizar un pronóstico sobre la gravedad y

posible evolución del mismo y aplicar un tratamiento.

Como paso previo a toda estrategia de resolución conviene tener en cuenta
que todo conflicto se sostiene sobre dos pilares básicos, uno estructural y

otro emocional.

Olvidar uno de los dos es condenar al fracaso la estrategia que diseñemos
para solucionarlo, pues si olvidamos los sentimientos y las emociones, éstas

rechazarán cualquier resolución que planteemos por muy lógica que sea.

Si, por el contrario, logramos suavizar los ánimos y sentimientos sin llegar a
solucionar la parte estructural, el conflicto volverá a rebrotar. Para eso

tenemos que seguir una estructura de resolución:

• En primer lugar, hay que detectar las causas que provocan este
malestar emocional, cuál es la ironía de este, qué valores

fundamentales de la persona han sido afectados. Estas reacciones

emocionales casi siempre provienen de malos diseños de estructura,
de funciones, roles, tareas, organización interna, comunicación,

espacio físico, etc. Todas estas deficiencias estructurales provocan
una cadena de reacciones emocionales que complicarán el conflicto.

• El siguiente paso consiste en hacer una primera actuación de cura de

urgencia que nos permita atenuar los síntomas dolorosos

emocionales y, así evitar que el conflicto aumente. Para esto
contamos con distintas herramientas:

▪ Imposición: si la situación es grave o las partes no son capaces de

atender a razones, la solución pasa por imponer las medidas que
el/la líder considere lógicas y racionales. Hay que tener cuidado de

que la imposición no genere un conflicto mayor que el ya
existente.

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