Page 32 - El cazador de sueños
P. 32
asignatura como un trámite. ¿Verdad que mi campo no es el que te interesa más?
Defuniak niega con la cabeza sin decir nada. El sol caprichoso de mediados de
marzo le ilumina las lágrimas de las mejillas.
Hay una caja de Kleenex en una esquina de la mesa. Jonesy se la lanza a su
alumno, quien, a pesar del trance, no tiene dificultad en cogerla. Buenos reflejos. A
los diecinueve años se tienen los cables en perfecto funcionamiento, con todas las
conexiones en buen estado.
Tú espera unos años, Defuniak, piensa Jonesy. Yo sólo tengo treinta y siete y ya
se me destensan algunos cables.
—Quizá merezcas otra oportunidad —dice.
Lentamente, con calma, forma una bola con el parcial de Defuniak, de una
perfección sospechosa (sobresaliente alto).
—Quizá el día del parcial estuvieras enfermo, y no llegaras a presentarte.
—Es verdad, estaba enfermo —dice ansiosamente David Defuniak—. Creo que
tenía gripe.
—Entonces, lo más indicado sería que me trajeras un trabajo hecho en casa, en
lugar del test que hicieron tus compañeros de clase. Para compensar la nota que te
falta. ¿Te parece bien?
—Sí —dice el chico, mientras se seca los ojos frenéticamente con varios pañuelos
de papel. Al menos no le ha salido a Jonesy con la típica gilipollez de que no puede
demostrarlo, que se quejará al decano, que montará un cirio, y que bla bla bla bla bla.
Lo que hace es llorar, reacción incómoda pero que puede ser buena señal: diecinueve
años son pocos años, pero hay quien los cumple y ya ha perdido casi toda su
conciencia. En gran medida, Defuniak ha admitido su culpabilidad, lo cual indica que
quizá contenga un adulto en espera de salir—. Me encantaría.
—Y estamos de acuerdo en que si vuelve a pasar algo por el estilo…
—No pasará —dice el chaval con fervor—. No pasará, profesor Jones.
Jonesy, en realidad, sólo es adjunto, pero no se toma la molestia de corregirle. Ya
llegará el día en que merezca llamarse «profesor Jones». Más vale que llegue, porque
el hogar de los Jones está a reventar de niños, y, como en el porvenir no haya unos
cuantos aumentos de sueldo, se les hará bastante cuesta arriba vivir. Ya ha pasado
algunas veces.
—Eso espero —dice—. Entrégame tres mil palabras sobre las consecuencias a
corto plazo de la conquista normanda, ¿de acuerdo, David? Cita las fuentes, pero no
hace falta que pongas notas. Que sea informal, pero con una tesis convincente. Lo
quiero para el próximo lunes. ¿De acuerdo?
—Sí.
—Pues venga, manos a la obra. —Jonesy señala el calzado de Defuniak, que está
muy gastado—. Y, la próxima vez que vayas a comprar cerveza, decántate por unas
www.lectulandia.com - Página 32