Page 55 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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Lo primero que hay que hacer es volver al cuerpo. Si no
                   estamos en contacto con nuestro cuerpo, no estamos en contacto
                   con la tierra. Estamos desarraigados, no tenemos raíces, y sin
                   tenerlas, nada puede hacerse con el cuerpo, nada en absoluto. Todo
                   es posible una vez que tenemos raíces con el cuerpo.
                          Los problemas como los celos y la tendencia a ser posesivos
                   forman parte del desarraigo. Por su culpa siempre tenemos miedo;
                   y a causa de ese miedo nos volvemos posesivos, por culpa de ese
                   miedo no podemos confiar en nadie, y así surgen los celos. Lo cierto
                   es que no confiamos en nosotros mismos –ése es el problema- ¿y
                   cómo vas a confiar en ti mismo cuando no tienes contacto con la
                   tierra? La confianza surge cuando estamos muy apegados a la
                   tierra. Entonces venga lo que venga, sabes que serás capaz de
                   soportarlo y de afrontarlo. Entonces no te apegas a los demás, no
                   hay necesidad, te las arreglas solo.
                          La primera cosa importante: no crees más problemas de los
                   necesarios. Es primordial que empieces a estar más y más
                   enraizado en el cuerpo. Siente más el cuerpo, disfruta de la acción,
                   vete a trotar por la mañana, disfruta el cuerpo y siente cómo fluye
                   la energía. Vete a nadar: disfruta del cuerpo y del río y del contacto
                   con el agua. Trota y baila en el aire y en el sol, y permite que el
                   cuerpo de nuevo tiemble de gozo.
                          Esto es lo que hay que hacer primero… y respira lo más
                   profundo que puedas, cuanto más mejor. Una vez que entras en el
                   cuerpo, una vez que lo sientes de nuevo vivo, nueve problemas de
                   cada diez desaparecerán, y el que queda puedes con él; no hay
                   problema.
                          Éste es uno de los engaños de la sociedad para que la gente
                   quede alienada. Ha dividido tu cuerpo, y así eres como un espectro
                   en una máquina. Estás en el cuerpo y aun así no has entrado en él;
                   giras alrededor. Tomas la mano de un amigo entre las tuyas, pero
                   es sólo una mano inerte estrechando otra mano inerte: sin tacto,
                   sin poesía, sin gozo. Comes, pero tan sólo engulles; pierdes el
                   sabor. Miras, pero no ves la existencia psicodélica tal como es; ves
                   colores deslucidos, grises, apagados. Escuchas la música, pero sólo
                   captas sonidos; la música se diluye. De manera que durante unos
                   meses disfruta de cualquier cosa de cuanto concierna al cuerpo:
                   trotar, jugar, saltar, bailar, cantar, gritar en la montaña. ¡Recupera
                   tu infancia! Empezarás a sentir que estás naciendo de nuevo.
                   Tendrás la sensación, exactamente la misma sensación, del gusano
                   cuando se convierte en mariposa.

                                                      Envejecimiento
                          Pregunta:


                          “¡Auxilio, estoy envejeciendo!”.
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