Page 87 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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mata, ¿qué le pasará a la mente? Sucede lo mismo cuando tú matas
                   al león. Dolor, miedo, muerte, angustia, ansiedad, rabia, violencia,
                   tristeza; por todos estos estados pasa el animal. Por todo su cuerpo
                   se extiende la violencia, la angustia, el dolor. Todo su cuerpo se
                   llena de toxinas, de sustancias nocivas. Todas las glándulas del
                   cuerpo emanan veneno porque el animal está muriendo contra su
                   voluntad. Entonces te comes la carne; ésta lleva todo el veneno que
                   el animal ha soltado. Toda su energía está emponzoñada. Por tanto,
                   todo ese veneno se traslada a tu cuerpo.
                          Toda esa carne que estás comiendo pertenecía al cuerpo del
                   animal. Tenía un propósito específico para él. Un tipo específico de
                   consciencia existente en el cuerpo del animal. Tú consciencia está
                   en un plano superior a la del animal y cuando comes su carne, tu
                   cuerpo se rebaja al grado más bajo, al grado más bajo del animal.
                   Entonces se crea un espacio entre tu consciencia y tu cuerpo, y así
                   surge la tensión, surge la ansiedad.
                          Uno debería comer sólo cosas naturales: naturales para ti.
                   Frutas, nueces, verduras, todas las que quieras. Lo bonito es que no
                   puedes comer todo esto más de lo necesario. Todo lo que es natural
                   te deja satisfecho, porque sacia el cuerpo, te satura. Te sientes
                   lleno. Si algo no es natural nunca te deja satisfecho. Come helado:
                   nunca te ves saciado. De hecho, cuanto más comes, más quieres.
                   No es un alimento. Se ha engañado a tu mente. Ahora no estás
                   comiendo acorde con las necesidades del cuerpo; estás comiendo
                   por el paladar. El gusto ha tomado el mando.
                          No debería mandar el gusto. En cuanto al estómago, no sabe
                   nada. No sabe nada en cuanto al cuerpo. El paladar tiene un
                   propósito específico que cumplir: saborear la comida. Por supuesto,
                   éste debe juzgar, es la única cosa, qué alimento es para el cuerpo –
                   para mi cuerpo- y qué alimento no lo es. Es algo así como un
                   vigilante en la puerta; pero no es el amo. Si el vigilante se convierte
                   en el amo, entonces todo se complica.

                                 Comida De Estímulo, Comida De Reclamo


                          Pregunta:

                          “¿Cómo hago para saber cuál alimento me conviene?”.


                          Hay dos tipos de comida. Una es la que te gusta, la que te
                   apetece, la que quisieras comer. No hay nada de malo en ello, pero
                   tendrías que aprender un pequeño truco. Hay comidas que ejercen
                   un atractivo irresistible. Dicho atractivo no se debe a que tienes
                   toda esa comida ante la vista. Vas a un hotel, a un restaurante, ves
                   una variedad de manjares: el olor que viene de la cocina, el color y
                   el aroma de la comida. No estabas pensando en comer, pero de
                   pronto te apetece; no te servirá de mucho. Se crea una apetencia
                   falsa. Puedes comer lo que quieras; pero no llegarás a estar
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