Page 92 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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molestia?”.


                          ¡Sigue practicando! Ya superarás las molestias por razones
                   obvias. Hay dos: primero, es un ejercicio vigoroso y tu cuerpo debe
                   acostumbrarse. Por lo tanto, durante tres o cuatro días tendrás
                   dolores en todo el cuerpo. Con cada nuevo ejercicio sentirás
                   dolores. Pero después de cuatro días se te pasarán y te sentirás
                   más fuerte que nunca.
                          Pero esto no es lo importante. Lo importante va más allá, lo
                   importante es que los psicólogos modernos han llegado a descubrir.
                   Que tu cuerpo no es simplemente físico. En él, en tus músculos, en
                   la estructura de tu cuerpo, han entrado muchas otras cosas a través
                   de las represiones. Si reprimes la ira, su veneno penetra en tu
                   cuerpo. Se mete en los músculos, se mete en tu sangre. Cualquier
                   cosa que reprimas no se trata sólo de algo mental, es algo físico
                   también; porque en realidad no estás dividido. No eres cuerpo y
                   mente; eres cuerpo-mente: psicosomático. Tienes todo unido. Por
                   lo que todo lo que hagas con tu cuerpo alcanza a la mente y todo lo
                   que hagas con la mente alcanza al cuerpo, ya que cuerpo y mente
                   son dos extremos de la misma entidad.
                          Por ejemplo, si te pones furioso, ¿qué le ocurre a tu cuerpo?
                   Siempre que te ocurre, una serie de venenos se descargan en tu
                   sangre. Sin dichos venenos no llegarás a estar lo bastante enfadado
                   como para estar furioso. Tienes determinadas glándulas en el
                   cuerpo, y dichas glándulas emiten determinados elementos
                   químicos. Esto es algo científico, no es tan sólo un argumento
                   filosófico. Tu sangre queda emponzoñada.
                          Por eso, cuando estás furioso, puedes hacer cosas que no
                   puedes hacer normalmente. Puedes empujar una enorme piedra:
                   normalmente no podrías. Tras hacerlo no puedes creer que hayas
                   sido capaz de empujar una piedra semejante, o arrojarla o
                   levantarla. Cuando vuelves a estar en tu estado normal, no eres
                   capaz de levantarla porque ya no eres el mismo. Determinados
                   elementos químicos estaban circulando por el cuerpo. Te
                   encontrabas en una situación de emergencia; tu energía completa
                   entró en actividad.
                          Pero cuando un animal se pone furioso, se enfurece de
                   verdad. No tiene reparos morales, no le han enseñado cómo
                   comportarse. Se pone furioso sin más, suelta su ira. Cando tú te
                   pones furioso, lo haces de una manera parecida a la de cualquier
                   animal. Pero entonces la sociedad interfiere, la moralidad, la
                   etiqueta y una infinidad de cosas. Tienes que bajar el tono de tu ira.
                   Tienes que aparentar que no estás furioso; tienes que sonreír: ¡una
                   sonrisa falsa! Tienes que simular una sonrisa y bajar el grado de tu
                   enfado. ¿Qué le está pasando al cuerpo? Que estaba listo para
                   pelear; para pelear o huir, para escapar del peligro, para encararlo
                   o escapar de él. El cuerpo estaba listo para reaccionar: la ira es una
                   disponibilidad para la acción. El cuerpo se disponía a ser violento,
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