Page 88 - Osho - El Equilibrio Cuerpo Mente_Lucid
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satisfecho. Ahí está la clave. El estar insatisfecho es lo que crea la
                   obsesión. Medita un poco cada día antes de tomar alimento. Cierra
                   los ojos y siente lo que tu cuerpo necesita: ¡sea lo que sea! No has
                   visto ningún alimento; no hay comida en la mesa. Simplemente
                   estás sintiendo tu propio ser, lo que tu cuerpo necesita, lo que te
                   apetece, lo que anhelas.

                          El doctor Leonard Pearson llama a esto “comida de estímulo”:
                   la comida que te provoca. Come toda la que te apetezca, pero sé
                   fiel con esos alimentos. Hay otro tipo de comida al que se puede
                   llamar “comida de reclamo”: cuando se te muestra, te sientes
                   atraído. Así, es un asunto puramente mental y no te hace falta. Si
                   haces caso a la llamada comida de estímulo, podrás comer toda la
                   que quieras y no habrá ansiedad, porque quedarás satisfecho. El
                   cuerpo simplemente desea lo que necesita; no quiere nada más.
                   Será más que suficiente, y una vez que uno queda satisfecho, ya no
                   come más. El problema surge solamente cuando estás ingiriendo
                   alimentos tipo reclamo: la tienes delante de ti y te ves inducido a
                   comerla. No te deja satisfecho porque el cuerpo no la necesita. Al
                   no satisfacerte, comes más, pero por mucho que comas, no te
                   sentirás pleno, ya que para empezar, el cuerpo no la necesita.
                          Debe satisfacerse el primer tipo de deseo, así el segundo
                   desaparece. Lo que le pasa a la gente es que nunca escucha al
                   primero, por lo que surge el problema con el segundo. Si haces caso
                   a la comida de estímulo, la de reclamo deja de existir. La segunda
                   se convierte en problema sólo porque has olvidado completamente
                   que tienes que escuchar tu propio deseo; pero a la gente se le ha
                   enseñado a no escucharlo. Se le ha repetido: “Come de esto, no
                   comas de aquello”; normas establecidas. El cuerpo no tiene normas
                   fijas.
                          Se ha descubierto que si a los niños pequeños los dejan libres
                   en asuntos de comida, sólo comerán lo que su cuerpo necesite; es
                   algo sorprendente. En nuestros días tenemos muchos
                   descubrimientos que realiza la psicología; algunos de ellos son
                   sorprendentes. Si un niño sufre de una determinada enfermedad, y
                   si la manzana es beneficiosa para dicha enfermedad, el niño elegirá
                   la manzana. Le han presentado toda una variedad de alimentos,
                   pero él elegirá la manzana. Eso es lo que hacen los animales; sólo
                   el hombre ha olvidado el lenguaje.
                          No es posible engañar a un burro: comerá sólo su comida. El
                   hombre está desorientado. Por todas partes, a través de anuncios,
                   fotografía a todo color, televisión, cine, se te distrae y se te aleja de
                   la llamada de tu cuerpo. A cierta empresa le interesa venderte algo.
                   Supone un interés para la compañía, el beneficio es para dicha
                   empresa, no para ti.
                          La compañía Coca Cola está interesada en venderte su
                   bebida. Tu cuerpo no la necesita; no es nada más que un reclamo.
                   Vayas donde vayas, hay Coca Cola; al parecer es una de las cosas
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