Page 12 - CUADERNODE BITÁCORA _Neat
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La aventura de una cocinera
Thaynara Tikler Mariano
Miércoles, 15 de Junio.
Hoy, finalmente, embarcamos en la Sirena, rumbo a no sé exactamente dónde, dado que el
capitán está demasiado eufórico con ese nuevo mapa que ganó en una apuesta en el bar del
Callejón: como para decírnoslo. Pienso que no es más que una pérdida de tiempo, incluso lo
comenté con algunos compañeros y tripulantes del barco que piensan lo mismo, pero todos
conocemos al capitán: cuando una idea se le mete en la cabeza, no hay manera de sacarla. Así
que aquí estoy, en la cocina de un enorme barco, rumbo a una isla desconocida donde
supuestamente se esconde el mayor de los tesoros (o eso es lo que dijeron los borrachos
antiguos dueños del viejo mapa). Pero bueno, mañana empezaremos sin duda una gran
aventura, eso si no perdemos el rumbo a cada momento con los temporales y si el mapa no
es falso. Espero que, de cualquier manera, todo salga bien.
Lunes, 28 de Junio.
Siempre me ha encantado la brisa del mar, cuando era pequeña mi amigo Benjamín y yo
solíamos subir a lo alto de las colinas próximas al mar que había cerca de mi casa solo para
sentir ese característico olor a sal del mar. Ahora aquí es el único olor que siento cuando no
estoy en las cocinas. Nuestro viaje continúa, hace ya días que abandonamos el muelle y
empezamos nuestro viaje, y a cada día que pasa se siente más fuerte ese cosquilleo de
esperanza, de imaginar que podría ser verdad y de que podríamos llegar a encontrar algo.
Pero al mismo tiempo, no me abandona la incertidumbre que conlleva a que sienta un gran
desasosiego, me consuela observar y saber que no soy la única que se encuentra en este
estado. Todos tenemos esperanzas y ganas de conseguir el tesoro que nos hemos propuesto
hallar.
Jueves, 8 de Julio.
La alegría diaria se palpa en el ambiente casi tanto como el cansancio. Vivir en el mar no es
fácil, pero dicen que el amor todo lo puede ¿No? Así que, como todos los que estamos aquí,
amamos la mar, no es un gran sacrificio pasar mucho tiempo surcándola. Por eso en todo
cansancio hallas un toque de alegría, el de poder estar aquí y formar parte de algo tan bonito
como una tripulación, que es lo más similar a una familia, aunque claro, no olvidemos que
somos piratas. En ningún momento hemos perdido el rumbo, cosa que favorece nuestra
inminente llegada a la isla, estar un paso más cerca del deseado tesoro. Según los cálculos
hechos por aquellos que saben interpretar el cielo y los mapas (porque yo no tengo idea de
eso) no tardaremos mucho más en llegar. Esa idea me deja bastante inquieta, para bien o
para mal. Sigo sin fiarme, pero al mismo tiempo no puedo evitar hacerme ilusiones.
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